Los recientes informes sobre las conversaciones directas entre los rivales regionales, Irán y Arabia Saudí, han sido bien recibidos por EE.UU., según un funcionario de la administración Biden ayer.
"Nuestros socios regionales, en primer lugar, como los Emiratos Árabes Unidos, son absolutamente críticos para nosotros como socios en la economía, en la seguridad regional, en la cooperación mutua", dijo Jennifer Gavito, subsecretaria adjunta para Irán e Irak en la Oficina de Asuntos de Oriente Próximo del Departamento de Estado, a la CNBC.
"Y por eso acogemos con satisfacción sus contribuciones a la estabilidad regional". En cuanto al anuncio de conversaciones directas entre Arabia Saudí e Irán, lo acogemos con satisfacción. Damos la bienvenida a cualquier conversación directa que conduzca a una mayor paz y estabilidad en la región", añadió.
El domingo, el ministro de Asuntos Exteriores saudí, el príncipe Faisal bin Farhan Al-Saud, confirmó que el mes pasado tuvo lugar una primera ronda de conversaciones directas con el nuevo gobierno de Irán, tras un acontecimiento anterior de este año, en el que las tensiones entre ambos Estados comenzaron a aliviarse durante tres rondas de conversaciones celebradas en la capital iraquí, Bagdad.
"Estas discusiones están todavía en fase exploratoria. Esperamos que proporcionen una base para abordar las cuestiones no resueltas entre las dos partes y nos esforzaremos y trabajaremos para conseguirlo", dijo el príncipe Faisal en Riad, durante una conferencia de prensa conjunta con el jefe de la política exterior de la UE, Josep Borrell.
Por su parte, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Saeed Khatibzadeh, declaró ayer en una rueda de prensa en Teherán que las conversaciones con los saudíes siguieron a las de Bagdad "con las mejores condiciones" y que "ninguna de las partes ha establecido condiciones previas para las conversaciones".
Sin embargo, Khatibzadeh desestimó las informaciones que apuntaban a que una delegación saudí había visitado Teherán para discutir la reapertura de la embajada saudí en el país, cerrada en 2016 tras el asalto y ataque de una turba a la misión diplomática en protesta por la ejecución del destacado clérigo chií saudí Nimr Al-Nimr, lo que provocó la ruptura de los lazos diplomáticos entre ambos países, ya deteriorados por tomar bandos opuestos en varios conflictos regionales.