Al parecer, funcionarios estadounidenses están presionando a Israel para que contrarreste el posible espionaje chino en relación con el puerto construido por China en la ciudad costera de Haifa, según han revelado fuentes de defensa.
Según el sitio Breaking Defence, fuentes de defensa israelíes le dijeron que los funcionarios estadounidenses solicitaron a sus homólogos israelíes que realizaran inspecciones periódicas de los equipos pesados que llegan a la terminal de Haifa Bayport, que fue construida con una inversión de 1.700 millones de dólares por parte de China.
Debido al hecho de que el contrato de 25 años para el puerto permite a la empresa estatal china Shanghai International Port Group (SIPG) gestionar el lugar, a EE.UU. le preocupa supuestamente que Pekín pueda utilizar el puerto como puerta de entrada para realizar espionaje dentro de Israel y sus actividades navales.
Esas preocupaciones, según las fuentes, también son compartidas en parte por el gobierno israelí debido a que la marina israelí tiene su mayor base junto al puerto y la marina estadounidense también pasa y realiza actividades en Haifa con frecuencia.
Según el sitio, los investigadores del Instituto Israelí de Estudios de Seguridad Nacional (INSS) reconocieron que, si bien la base naval israelí está a la misma distancia del puerto que otros edificios circundantes, su ubicación específica podría posibilitar la realización de actividades de recopilación de información.
Al parecer, las ocho grúas del puerto lo hacen aún más posible, sobre todo teniendo en cuenta que también son producidas por una empresa china.
En respuesta a las revelaciones publicadas por el sitio, un portavoz del Departamento de Estado de EE.UU. le dijo que los funcionarios estadounidenses "se están comprometiendo con aliados y socios en todo el mundo, incluyendo con Israel, a medida que desarrollan sistemas de detección de inversiones centrados en la seguridad nacional".
El portavoz añadió que "hemos sido sinceros con nuestros amigos israelíes sobre los riesgos para nuestros intereses compartidos en materia de seguridad nacional y continuaremos estas discusiones en los lugares apropiados."
Aunque no respondieron directamente a las presiones de Estados Unidos, las fuentes israelíes citadas por Breaking Defence aseguraron que la marina de Tel Aviv iba a tomar algunas "medidas operativas" para proteger sus instalaciones, tanto submarinas como de superficie, de "presuntos ojos y oídos extranjeros".
La presión de Washington sobre Tel Aviv se produce en un momento en el que le preocupan los crecientes lazos de Israel con China, a la que Estados Unidos ve como un rival en la escena mundial. En agosto, esos temores se manifestaron cuando el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) advirtió al primer ministro israelí, Naftali Bennett, de los peligros de las inversiones chinas en el país.
En medio de la sucesión de contratos de Pekín en todo el mundo -especialmente en los puertos-, se ha advertido de que la potencia emergente podría utilizar métodos como la ayuda económica para atraer a los países clientes a "trampas de deuda", que les obligan a dar a China el control de lugares e instalaciones como forma de pagar la deuda.
Sin embargo, en lo que respecta al espionaje chino, la empresa internacional de ciberseguridad Fire Eye reveló en agosto que piratas informáticos chinos habían logrado hackear ordenadores del gobierno israelí y de empresas tecnológicas en los años 2019 y 2020.