En palabras del Presidente del Banco Mundial, David Malpass, el gobierno palestino se enfrenta a un "importante problema financiero" en las finanzas públicas y la deuda.
"Estuve en Cisjordania hace una semana. Hay un problema relacionado con las finanzas públicas y la deuda, y estamos tratando de actuar mejor allí", dijo Malpass.
Malpass señaló que había visitado la planta de tratamiento de aguas residuales de Hebrón, financiada por el Banco Mundial como parte de sus esfuerzos para ayudar al gobierno palestino a construir plantas similares.
"Hasta ahora, es Israel quien se encarga del tratamiento de las aguas residuales, y queremos que se haga en Cisjordania; en Hebrón, Jerusalén y el resto de Cisjordania, para reducir los costes", dijo.
Israel deduce unilateralmente de los ingresos fiscales palestinos unas cantidades mensuales que, según dice, son a cambio de recibir las aguas residuales procedentes de los territorios palestinos, además de otros servicios como la electricidad, el agua y las derivaciones médicas, que suman más de 50 millones de dólares al mes.
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