El presidente libanés, Michel Aoun, prometió que los responsables de la violencia que estalló el jueves en Beirut tendrán que rendir cuentas, según informó Reuters.
En un discurso televisado tras los tiroteos en los que murieron seis personas, Aoun dijo que era "inaceptable que las armas sean, una vez más, el medio de comunicación entre los rivales libaneses".
"Hoy me he puesto en contacto con las partes pertinentes para abordar lo sucedido y, sobre todo, para asegurarnos de que no vuelva a ocurrir".
"No permitiremos que nadie tome al país como rehén de sus propios intereses".
Seis chiíes fueron asesinados a tiros en Beirut, en un ataque contra partidarios de Hezbolá y su aliado, el movimiento Amal, que se reunían para exigir la destitución del juez que investigaba la explosión que arrasó el puerto de la ciudad el año pasado. Fue la violencia civil más mortífera en Beirut desde 2008.
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