El movimiento tunecino Ennahda denunció ayer lo que llamó un "gobierno de facto dirigido por Bouden".
En un comunicado oficial, el movimiento dijo que la formación del gobierno de Bouden estaba "violando los procedimientos constitucionales tunecinos."
"La pérdida de la legitimidad del gobierno agravará los retos y obstáculos a los que se enfrenta el gobierno a la hora de tratar los asuntos nacionales y los socios internacionales", decía el comunicado.
Ennahda señaló que tal acción "dividiría al pueblo tunecino, alimentaría el conflicto y socavaría la unidad nacional".
El comunicado señalaba que el movimiento rechazaba la "suspensión de la Constitución y de las instituciones gubernamentales".
El movimiento político advirtió de lo que describió como el "peligro de seguir presionando al poder judicial", y pidió que "se respete la independencia judicial para que pueda desempeñar sus funciones de protección de los derechos y las libertades".
El 25 de julio, el presidente tunecino, Kais Saied, invocó el artículo 80 de la Constitución para destituir al primer ministro, Hicham Mechichi, congelar el trabajo del Parlamento durante 30 días, levantar la inmunidad de los ministros y nombrarse a sí mismo jefe del poder ejecutivo hasta la formación de un nuevo gobierno.
Esto se produce después de que estallaran violentas protestas en varias ciudades de Túnez criticando la gestión del gobierno en materia de economía y el coronavirus. Los manifestantes habían pedido la disolución del Parlamento.
La mayoría de los partidos políticos del país tacharon la medida de "golpe contra la Constitución" y los logros de la revolución de 2011.
Saied nombró un nuevo primer ministro el 29 de septiembre, más de dos meses después del golpe.
LEER: Kuwait insta a sus ciudadanos a abandonar el Líbano