La falta de coordinación entre el primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, sobre la cuestión de la reapertura del consulado de EE.UU. en Jerusalén Este fue la causa de la tensión entre Tel Aviv y Washington, según los medios de comunicación israelíes el domingo, informa Anadolu.
El diario Israel Hayom afirma que Lapid insinuó al secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken, en su primera llamada con él, que Israel aprobaría la reapertura del consulado tras aprobar los presupuestos del Estado.
"Las tensiones entre Israel y EE.UU. sobre los planes de Washington de reabrir una oficina diplomática clave para los palestinos en Jerusalén provienen de la falta de coordinación entre Bennett y Lapid", dijo el periódico, citando a un funcionario israelí informado.
"En sus conversaciones con Blinken, Lapid señaló la delicada composición política del gobierno y aconsejó a Washington que retrasara la medida hasta que la Knesset aprobara un presupuesto", dijo la fuente.
Según el funcionario israelí, Blinken aceptó posponer la reapertura del consulado hasta que la Knesset aprobara el presupuesto estatal de Israel.
El asunto se reveló cuando dos asesores de Bennett mantuvieron conversaciones con funcionarios estadounidenses en agosto, en las que abordaron la cuestión.
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"En esas conversaciones, los dos funcionarios israelíes hicieron hincapié en que la oposición de Bennett a la apertura del consulado palestino era una cuestión de principios y no estaba relacionada con el momento político. Bennett seguiría oponiéndose a la medida después de la aprobación del presupuesto, explicaron," dijo la fuente, añadiendo que la administración de EE.UU. estaba sorprendida y decepcionada por la "posición israelí inconsistente sobre el tema."
"Una de las razones por las que Blinken anunció su intención de abrir el consulado la semana pasada, precisamente cuando Lapid estaba a su lado y sabiendo que Israel se oponía [a la medida], fue que Lapid le había engañado", dijo la fuente.
El actual gobierno israelí está formado por una coalición muy frágil de partidos de extrema derecha, centro, izquierda y árabes.
En mayo, Blinken anunció que el gobierno de Biden avanzaría en la reapertura del consulado en Jerusalén Este.
En 2018, la administración del ex presidente estadounidense Donald Trump cerró el consulado tras reconocer a Jerusalén como capital de Israel.
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