El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados se ha reunido con funcionarios del régimen sirio de Bashar al-Assad, en una visita y recorrido de dos días, que ha provocado la indignación de muchos activistas de derechos humanos.
El Alto Comisionado del ACNUR, Filippo Grandi, se reunió con el ministro de Asuntos Exteriores sirio, Faisal Mekdad, y con el ministro de Administración Local y Medio Ambiente, Hussein Makhlouf, y debatió una gran cantidad de cuestiones relacionadas con los refugiados y su regreso al país, así como la mejor manera de abordar sus preocupaciones y necesidades.
En una publicación en su cuenta de Twitter tras el final de su viaje, declaró que había discutido con el régimen "las formas de fortalecer la coordinación al abordar el desplazamiento interno, y de cooperar en la eliminación de los obstáculos para el retorno de los refugiados". Añadió que "encontrar soluciones para los sirios desarraigados requiere el esfuerzo de todos: Siria, los países de acogida y los donantes."
Según el periódico emiratí The National, Grandi también visitó la ciudad de Homs durante su viaje -un lugar importante de la revolución siria antes de que el régimen la reconquistara en 2017- y dijo que "Los períodos que siguen a los conflictos son siempre extremadamente complejos."
Contó que "las familias hablaron de años de sufrimiento y están agotadas", subrayando la necesidad de que los retornados se ganen la vida como "un imperativo humanitario."
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El periódico citó a Grandi diciendo que los refugiados y retornados "son ciudadanos sirios y es responsabilidad del gobierno garantizar su seguridad". En este sentido, afirmó que la ONU seguirá trabajando con Damasco para "poner de relieve las preocupaciones de los refugiados, como su seguridad, sus derechos de propiedad y sus medios de vida. También necesitamos que la comunidad internacional ayude".
Sin embargo, la visita de Grandi a Siria y sus reuniones con funcionarios del régimen han causado controversia e indignación entre muchos grupos y activistas de derechos humanos, que consideran la cooperación de la ONU con Damasco como una complicidad con sus crímenes de guerra y sus numerosos abusos de los derechos humanos.
El regreso de los refugiados sirios a su país de origen, mientras Assad sigue en el poder, también se ha convertido en un importante motivo de preocupación, ya que a lo largo de los años se ha revelado que los refugiados son detenidos, desaparecidos, torturados y a menudo asesinados de forma rutinaria a manos de las autoridades del régimen, a su regreso.
Además, ha aumentado la preocupación por la relación de la ONU con Assad y su postura sobre el retorno de los refugiados, especialmente en septiembre, cuando se acusó a la ONU de intentar devolver por la fuerza a los refugiados sirios del campo de Rukban a territorio controlado por el régimen, lo que se niega vehementemente.
Sin embargo, la visita de Grandi se produjo cuando el gobierno sirio y la oposición acordaron redactar una nueva constitución durante el fin de semana.