El partido Fuerzas Cristianas Libanesas pretende arrastrar al país a una guerra civil, advirtió ayer el jefe de Hezbolá, Hasan Nasrallah.
En su intervención en el funeral de los miembros de Hezbolá muertos durante los violentos enfrentamientos del jueves, Nasrallah acusó al partido de "matar a los manifestantes".
Dirigiéndose al jefe del partido, Samir Geagea, Nasrallah dijo: "No calculéis mal. Sed sabios y comportaos. Aprended la lección de todas vuestras guerras y de todas nuestras guerras".
"La verdadera agenda del partido de las Fuerzas Libanesas es la guerra civil porque conduce al desplazamiento de los cristianos y los confina a una zona determinada, y por lo tanto al establecimiento de un cantón cristiano dominado por el partido de las Fuerzas donde no hay espacio para nadie más", dijo.
Nasrallah añadió que Hezbolá cuenta con 100.000 combatientes entrenados, en una advertencia que parece mostrar la fuerza del grupo, incluso frente a las fuerzas armadas libanesas, que son 85.000.
Las tensiones en torno a la investigación de la explosión de Beirut han dado lugar a la violencia en la ciudad, con siete muertos en la violencia derivada de las protestas de la semana pasada.