El Parlamento tunecino pidió al presidente Kais Saied que reconsiderara sus decisiones "inconstitucionales" y levantara la congelación impuesta a las instituciones legislativas.
En un comunicado emitido el martes, la presidencia del Parlamento pidió a los legisladores que defendieran su derecho a trabajar por medios legales legítimos y condenó el enjuiciamiento de funcionarios ante tribunales militares y civiles, calificando los juicios de "injustos" y "políticamente motivados".
Señaló que sigue "con gran preocupación" las graves repercusiones de la "decisión presidencial inconstitucional" emitida el 22 de septiembre de detener el desembolso de las subvenciones del Parlamento, en "violación del artículo 80 de la Constitución tunecina".
También pidió a Saied que levantara las medidas excepcionales impuestas al Parlamento y le permitiera volver a desempeñar sus funciones legislativas y de control, afirmando que "no hay democracia sin un Parlamento libre".
"La continuación de la campaña sistemática de demonización y distorsión de la institución constitucional más importante elegida por el pueblo es un golpe a los valores de la república y un insulto al prestigio del Estado", añadió.
La presidencia tunecina no respondió a la declaración.
Saied ha tenido un poder casi total desde el 25 de julio, cuando destituyó al primer ministro, suspendió el parlamento y asumió la autoridad ejecutiva alegando una emergencia nacional.
El 29 de septiembre nombró un nuevo primer ministro y posteriormente se formó un nuevo gobierno.
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