El miércoles, París pidió a Argelia que "respete" la soberanía francesa, después de que el embajador argelino instara a su comunidad en Francia a "formar una palanca" para interferir en la "vida política francesa".
"Europa y el ministro de Asuntos Exteriores recordaron la semana pasada el profundo respeto de Francia por la soberanía argelina. Ni que decir tiene que esperamos el respeto de nuestra soberanía por parte de todos nuestros aliados", señala un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores francés.
El jueves pasado, el embajador de Argelia en París, Mohamed Antar Daoud, instó a la comunidad argelina en Francia a invertir en Argelia, y no sólo en Francia.
Durante una celebración para conmemorar las masacres del 17 de octubre de 1961, el embajador dijo: "Es inaceptable que Argelia, que tiene la mayor comunidad extranjera en Francia y 18 consulados, no pueda tomar las riendas para interferir no sólo en la política argelina, sino también en la francesa".
Estas posturas se derivan de la tensión en las relaciones entre Francia y Argelia, tras unas declaraciones anteriores del presidente francés, Emmanuel Macron, recogidas por el diario Le Monde, en las que consideraba que Argelia se construyó tras su independencia en 1962 sobre una "renta de memoria" establecida por el "régimen político-militar." También cuestionó la existencia de una nación argelina antes del colonialismo francés.
Según el diario francés, Macron habló de "una historia oficial completamente reescrita, que no se basa en hechos" sino en "un discurso de odio a Francia". Macron también describió a Tebboune como "atrapado en un régimen muy difícil".
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El espectro de la guerra de Argelia que el Estado francés libró entre 1954 y 1962 contra el "Frente de Liberación Nacional de Argelia" todavía enturbia las relaciones entre ambos países.
Ante la proximidad del aniversario de varios hitos importantes, como la firma de los Acuerdos de Evian el 18 de marzo de 1962, Macron redobló sus iniciativas en el marco de una trayectoria inédita para Francia, destinada a calmar el recuerdo de este conflicto, cuyas repercusiones aún afectan a millones de personas.
Encargó al historiador Benjamin Stora la elaboración de un informe sobre la guerra y las formas de reconciliar la memoria de los dos países. Reconoció oficialmente el asesinato del abogado argelino Ali Bouminjel por parte de Francia en 1957 y devolvió los restos de los resistentes argelinos del siglo XIX, y pidió "perdón" a los harkis argelinos, que ayudaron al ejército francés, por el modo en que París los trató tras la guerra.
El sábado, Macron denunció "crímenes injustificables para la república", tras una ceremonia oficial por el 60º aniversario de la matanza de manifestantes argelinos el 17 de octubre de 1961 en París.
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