Israel es una "colonia" controlada por los "representantes del poder de los colonos" que desprecian los derechos de los ciudadanos palestinos de Israel y los de los territorios ocupados, escribió ayer en Haaretz un destacado analista de Oriente Medio.
Zvi Bar'el dijo que cuando el primer ministro israelí, Naftali Bennett, y el ministro de Justicia, Gideon Sa'ar, responden al asesinato de más de 100 árabes en Israel este año en actos de violencia relacionados con las bandas diciendo "¡Estamos perdiendo el Estado!" y "¡Estamos en guerra!", respectivamente, "uno sólo puede reírse".
Cualquier indignación israelí por la participación de la agencia de seguridad interna Shin Bet en la lucha contra la delincuencia entre los ciudadanos árabes de Israel se debe al "temor de que esta decisión pueda perjudicar también a los ciudadanos judíos de Israel".
Cada día, señaló Bar'el, "el Estado judío respira el asesinato de árabes, el desprecio criminal de sus derechos de propiedad, el robo sistemático de tierras, las violaciones de los derechos humanos, las milicias armadas independientes que dirigen el campo por la fuerza bruta, todo ello con el respaldo y bajo los auspicios del Estado."
Las "milicias judías" en cuestión son las bandas de colonos cuyos representantes "se han instalado en el gobierno, la Knesset y el Tribunal Supremo". En consecuencia, Bennett y Sa'ar se lamentan de los asesinatos de árabes sabiendo muy bien que tienen un "punto ciego" sobre la violencia cometida contra los árabes en los territorios ocupados por los "matones de las colinas" que, según Bar'el, "deberían haber hecho causa común" con los "asesinos árabes israelíes" en la escena de las bandas del autodeclarado Estado judío.
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"Nadie ha declarado la guerra a esas milicias, ningún policía puede entrar en sus casas sin avisar, no necesitan adquirir sus armas por medios clandestinos ni sacarlas de contrabando de las bases de las FDI. Todo se hace con permiso y autoridad".
Por ello, concluye Bar'el, "si alguien en la policía o en el Shin Bet comete el error de suponer que ahora se puede aplicar una mano más eficaz contra los que disparan a los palestinos, arrancan sus olivares y golpean a sus hijos" en los territorios ocupados, "estas milicias sabrán dejar claro por dónde pasa la frontera entre el Estado de Israel y el Estado de los judíos". Como dice el tópico, lo que pasa en Israel se queda en Israel".