Como ocurre cada año durante la cosecha de aceitunas en Palestina, los colonos ilegales israelíes están destruyendo olivos y atacando a los agricultores palestinos. El Comité Internacional de la Cruz Roja ha declarado que, hasta agosto de este año, los colonos israelíes destruyeron más de 9.300 olivos; los daños alcanzaron su punto máximo durante la cosecha.
El acceso de los palestinos a las tierras de cultivo se ve gravemente obstaculizado por las restricciones israelíes a la circulación, así como por la expansión de los asentamientos. La violencia de los colonos agrava una situación ya insostenible; sin acceso a sus tierras, la autonomía palestina se ve reducida. Además, la violencia de los colonos hace que los palestinos no puedan mirar mucho más allá de la consecuencia inmediata de la ocupación colonial de Israel: la lucha por la supervivencia.
La policía israelí apoya a los colonos israelíes en su robo de casas palestinas en Jerusalén - Caricatura [Sabaaneh/MonitordeOriente]
Sin embargo, la responsabilidad criminal individual queda eclipsada por la responsabilidad de Israel como Estado de ocupación. Nunca se insistirá lo suficiente en el vínculo entre la entidad colonial y su población de colonos ilegales. Donde las instituciones estatales prefieren no pisar, los colonos están bien posicionados para mantener la violencia colonial contra la población palestina, protegidos por las Fuerzas de Defensa de Israel. No está claro cómo espera Shtayyeh que la supervisión de la ONU proporcione algún grado de responsabilidad. El concepto proporcionará estadísticas para el consumo público y de los medios de comunicación, así como informes periódicos de la ONU. Sin embargo, para responsabilizar a los colonos se necesita algo más que una base de datos; Israel debe rendir cuentas por su complicidad en el mantenimiento del statu quo en el que se permite -incluso diría que se fomenta- que la violencia de los colonos continúe sin control.
En última instancia, esa violencia está directamente relacionada con la desposesión de los palestinos. Es probable que la ONU disocie la violencia de los colonos de la pérdida de tierras de los palestinos; al fin y al cabo, la violencia se ha normalizado desde hace tiempo en el discurso de la ONU. Sus detallados informes no han dado lugar a ninguna medida punitiva contra Israel, no sólo por el hecho de que Israel es intocable dentro de la comunidad internacional, sino también porque la comunidad internacional espera que Israel respete el derecho internacional, y permanece en silencio cuando no lo hace. En realidad, el Estado de ocupación trata el derecho internacional con desprecio a diario.
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El informe del Times of Israel sobre la reciente violencia de los colonos describe un ciclo que, en última instancia, sólo beneficia a la empresa colonial. Aunque el ministro de Defensa de Israel, Benny Gantz, pidió a las FDI que intervinieran en los ataques de los colonos, el informe también incluye a las tropas de las FDI como víctimas, dados los raros enfrentamientos que tienen con los colonos. "El ejército israelí ha dudado en actuar contra los colonos radicales", explica el periódico, irónicamente, "en parte porque podría provocar enfrentamientos violentos".
Si las FDI se someten a las exigencias de los colonos, como da a entender Gantz, entonces ¿cómo pueden las FDI proteger a los palestinos? De hecho, las FDI tienen como objetivo a los palestinos y siempre lo han hecho; las bandas terroristas sionistas fueron, después de todo, incorporadas a las FDI después de 1948. Las fuerzas armadas de Israel, que pueden acorralar a los colonos si se les ordena, tienen el deber de proteger a los individuos que están detrás de la violencia colonial.
Entonces, ¿qué responsabilidad espera Shtayyeh cuando las FDI protegen a los colonos a instancias del Estado, y la ONU protege la estructura colonial de Israel? Sabe más que la mayoría que Israel opera con una red impenetrable de impunidad. Ninguna base de datos de colonos criminales ni las súplicas a la ONU cambiarán eso.
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