El Banco Mundial ha aprobado un préstamo de 360 millones de dólares para la financiación de políticas de desarrollo (DPF) con el fin de apoyar la recuperación post-pandémica de Egipto, dijo ayer el organismo financiero, informa Reuters.
"Para apoyar aún más la consecución de los objetivos de desarrollo de la operación, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructuras está considerando una financiación paralela para la operación del mismo importe utilizando el mismo paquete de reformas políticas acordado con el Banco Mundial", añadió el banco en un comunicado.
En el comunicado, el Banco Mundial elogió a Egipto por su crecimiento durante la pandemia. Sin embargo, Egipto sigue teniendo problemas. La deuda del país alcanzó un récord en junio.
Según las condiciones establecidas por un préstamo del FMI de 2016, Egipto prometió reducir los subsidios a los combustibles para conseguir 12.000 millones de dólares.
Después de que Egipto dejara flotar la libra egipcia en 2016, su moneda se redujo a la mitad frente al dólar estadounidense y la inflación aumentó más del 30%. Esta medida ha sumido a millones de personas en la pobreza.
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