Un presunto asesino israelí, acusado de matar a su madre y a su tía, fue expulsado de la sala del tribunal después de que respondiera con un maullido 55 veces durante la vista del martes.
Apodado 'Catman', Nicolás Gil Pereg, de 40 años, es acusado de haber escondido en la clandestinidad de su casa en Guaymallén, en las afueras de Mendoza, los cuerpos de su madre Pyrhia Saroussy, de 63 años, y de su tía Lily Pereg, de 54, que viajaron a Argentina para encontrarse con él en 2019.
La jueza Laura Guajardo le advirtió a Nicolás que cesara en su comportamiento y le dijo que si quería permanecer en la sala, debía hacerlo en silencio, con respeto y manteniendo el decoro.
Sin embargo, además de maullar repetidamente como un gato, Nicolás también se habría quitado la ropa y orinado delante de los magistrados durante las audiencias anteriores.
La policía armada se llevó al desaliñado culpable, que utilizó el ruido del gato para responder cuando se le preguntó su nombre y número de identificación.
Nicolás, que solía responder al nombre de Floda Reltih o Adolf Hitler al revés, había preguntado previamente al juez si podía tener a sus gatos de compañía en el hospital psiquiátrico donde está recluido durante el juicio.
El fiscal Fernando Guzzo, combatiendo las afirmaciones de que Pereg está mentalmente incapacitado para ser juzgado, dijo al jurado de seis hombres en su discurso de apertura ante el tribunal el martes: "Pido a los miembros del jurado que no se dejen engañar y ladren más fuerte".
En respuesta, el abogado defensor de Nicolás, Maximiliano Legrand, pidió que "se comporten como humanos y no ladren como perros", tal y como les indicó el fiscal.
La búsqueda de la madre y la tía de Nicolás comenzó después de que el presunto asesino denunciara su desaparición y afirmara que podrían haber cruzado la frontera con Chile. Se tardó dos semanas en encontrar sus cuerpos.
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