Argelia ha dejado de utilizar el gasoducto Magreb-Europa para abastecer de gas a España como consecuencia de las "prácticas agresivas del Reino de Marruecos", según fuentes oficiales citadas por los medios de comunicación.
El contrato para el uso del gasoducto finalizó el 31 de octubre, y Argelia pasó a utilizar el gasoducto submarino Medgaz, que no pasa por Marruecos.
El enviado especial de Argelia a cargo del expediente de Marruecos y el Sáhara Occidental, Amar Belani, dijo que "las verdaderas razones para detener el gasoducto a Marruecos son que Argelia lo consideraba un proyecto de cooperación magrebí, mientras que el régimen marroquí lo utilizaba para chantajear".
"Este gasoducto era una apuesta de futuro, un símbolo de nuestro verdadero compromiso con las aspiraciones de los pueblos del Magreb. Era una expresión tangible y realista de nuestra profunda convicción sobre la importancia de la cooperación regional y de lo valiosas que son estas infraestructuras terminadas para la cooperación magrebí."
"Desgraciadamente, Marruecos no estuvo a la altura (...) ya que optó por utilizarlo como carta de negociación y luego lo vinculó a la cuestión del Sáhara Occidental, que Marruecos ocupa ilegalmente", explicó.
"Al final, las hostilidades tendrán un precio".
En virtud del anterior acuerdo, Rabat recibía cánones por valor de 500 millones de metros cúbicos de gas, que constituían la mitad del consumo del país.
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Marruecos mantiene un conflicto con el grupo separatista Polisario, apoyado por Argelia, por el Sáhara Occidental desde 1975, tras el fin de la ocupación española. Se convirtió en un enfrentamiento armado que duró hasta 1991 y terminó con la firma de un acuerdo de alto el fuego.
Rabat insiste en su derecho a gobernar la región, pero propuso un gobierno autónomo en el Sáhara Occidental bajo su soberanía, pero el Frente Polisario quiere un referéndum para que el pueblo determine el futuro de la región. Argelia ha apoyado la propuesta del Frente y acoge a los refugiados de la región.
El alto el fuego de 1991 llegó a su fin el año pasado después de que Marruecos reanudara las operaciones militares en el paso de El Guergarat, una zona de amortiguación entre el territorio reclamado por el Estado de Marruecos y la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática, lo que según el Polisario fue una provocación.
Al lanzar la operación, Marruecos "socavó gravemente no sólo el alto el fuego y los acuerdos militares relacionados, sino también cualquier posibilidad de lograr una solución pacífica y duradera a la cuestión de la descolonización del Sáhara Occidental", dijo Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, en una carta a la ONU.