Las fuerzas de seguridad iraquíes intensificaron el viernes el despliegue en los alrededores de la Zona Verde de alta seguridad de Bagdad para hacer frente a las protestas por los resultados de las elecciones del 10 de octubre.
La policía antidisturbios cerró varias carreteras de la capital, Bagdad, e impuso restricciones de seguridad en torno a la zona, dijo a la Agencia Anadolu una fuente de seguridad de la policía de Bagdad.
Hablando bajo condición de anonimato, la fuente dijo que se desplegaron más fuerzas de seguridad en las entradas de la Zona Verde.
El jueves, un comité de manifestaciones de oposición a los resultados electorales amenazó con agravar la situación si no se modifican los resultados.
El comité, que convocó una concentración pacífica para protestar por los resultados, no especificó cómo impulsarían una escalada.
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El comité fue formado la semana pasada por grupos que rechazan los resultados de las elecciones, entre ellos la Coalición Al-Fatah y el grupo Hashd Al-Shaabi.
La comisión electoral iraquí dijo, la semana pasada, que había empezado a recontar las urnas en 2.000 colegios electorales, basándose en 1.400 quejas presentadas a la comisión por los partidos políticos.
La comisión anunciará los resultados definitivos del recuento cuando haya finalizado, y los enviará al Tribunal Federal del país (Tribunal Constitucional) para su aprobación.
El partido del clérigo chiíta Muqtada Al-Sadr obtuvo 73 escaños en el parlamento, el más alto, seguido por el bloque Taqaddum del presidente del parlamento, Mohamed Halbousi, con 37, y la coalición Estado de Derecho, liderada por el ex primer ministro Nouri Al-Maliki, con 34 escaños.
La Coalición Al-Fatah, apoyada por Irán, que obtuvo 17 escaños frente a los 48 de las elecciones de 2018, ya ha rechazado los resultados de la votación.