Los políticos tunecinos criticaron duramente el viernes la emisión de una orden de detención internacional por parte de la justicia de su país contra el ex presidente Moncef Marzouki, calificando la medida de "retroceso y desgracia".
El jueves, un tribunal tunecino emitió una orden de detención internacional contra Marzouki, que se encuentra fuera del país, con el telón de fondo de sus declaraciones sobre los fracasos de la cumbre francófona de Túnez.
Este paso fue considerado por el líder del partido Amal, Ahmed Najib Chebbi, como: "Una vergüenza en la frente del pueblo tunecino y del Estado".
"Es una vergüenza perseguir a un ciudadano tunecino por su oposición al actual presidente", dijo Chebbi, expresando su profunda solidaridad con Marzouki.
El líder del partido sugirió que la orden de detención contra Marzouki fue emitida por orden directa del presidente Saied durante una reunión ministerial en la que se acordó acusarle de alta traición.
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Chebbi pidió a las autoridades judiciales de su país que preservaran el expediente de Marzouki para "Destacar su independencia de cualquier dependencia de la presidencia y la preservación de los derechos y libertades en Túnez".
El 14 de octubre, durante una reunión, el presidente Saied anunció: "Se retirará el pasaporte diplomático a todo aquel que haya ido al extranjero y le haya rogado que ataque los intereses tunecinos", sin referirse explícitamente a una persona concreta.
Saied subrayó que no aceptará que "la soberanía de Túnez se ponga sobre la mesa de negociaciones", considerando que "la soberanía es sólo para el pueblo".
Un día después de las declaraciones de Saied, el 14 de octubre, un tribunal tunecino anunció la apertura de una investigación sobre los esfuerzos de Marzouki por frustrar la celebración de la cumbre francófona, prevista para este mes.
Las medidas contra Marzouki se produjeron tras sus declaraciones a France 24 sobre sus esfuerzos por obstaculizar la cumbre prevista en la isla tunecina de Djerba, en respuesta a las medidas excepcionales anunciadas por Saied el pasado mes de julio.
El 13 de octubre, la Organización Internacional de la Francofonía decidió aplazar la 18ª cumbre que debía celebrarse en Túnez a finales de noviembre.
La organización atribuyó los motivos del aplazamiento a: "Permitir que Túnez pueda organizar esta importante reunión en las mejores condiciones".