La destituida ministra de Asuntos Exteriores de Sudán, Mariam Al-Mahdi, pidió el viernes que se remita a la Corte Penal Internacional (CPI) el "crimen" del golpe militar llevado a cabo por el jefe del ejército, el teniente general Abdel Fattah Al-Burhan.
En su discurso escrito ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (CDH), que celebra una sesión especial sobre Sudán, Al-Mahdi declaró: "Considerar el golpe militar entre los delitos que son competencia de la Corte Penal Internacional... es una cuestión que debe activarse de forma práctica".
Aunque la sesión celebrada en Ginebra no retransmitió el discurso del ministro, se publicó en la página de Facebook del Ministerio de Cultura e Información de Sudán.
Al-Mahdi fue uno de los funcionarios sudaneses en el expediente de entrega del derrocado presidente Omar Al-Bashir a la CPI.
El CDH celebrará su sesión después de que Al-Burhan declarara el 25 de octubre el estado de emergencia en el país y la disolución del Consejo de Soberanía, que él mismo dirigía.
Desde que anunció estas decisiones, el país ha sido testigo de una oleada de protestas, con manifestantes que cerraron las calles y declararon la desobediencia civil. Las fuerzas de seguridad se enfrentaron a los manifestantes en varias ocasiones con una violenta represión, que se saldó con la muerte de 13 manifestantes y unos trescientos heridos, según la ONU.
En la sesión del viernes en Ginebra se debatió un proyecto de resolución presentado por el Reino Unido, Alemania, Noruega y Estados Unidos sobre la "restauración inmediata" del gobierno civil en Sudán. Durante la sesión, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, calificó de "extremadamente preocupante" lo ocurrido en Sudán.
"Todas las personas detenidas arbitrariamente deben ser liberadas para establecer un diálogo y volver al gobierno civil", añadió.
El jueves, Al-Burhan tomó la decisión de liberar a cuatro ministros detenidos tras el golpe militar del mes pasado. Esto se produjo tras la creciente presión internacional sobre los militares que dieron el golpe y excluyeron a los civiles del poder para que reanudaran la transición democrática.
La decisión de Al-Burhan se produjo poco después de que el ejército anunciara que "la formación del gobierno es inminente", y tras una llamada telefónica entre Al-Burhan y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que pidió que se devolviera el poder a los civiles.
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