Brenton Tarrant, el supremacista blanco australiano que fue condenado a cadena perpetua por perpetrar los atentados de Christchurch en 2019 en Nueva Zelanda, ha sido aconsejado por su recién nombrado abogado para que recurra su sentencia, según ha declarado este lunes su letrado.
"Aconsejé a mi cliente que apelara su sentencia y su condena", dijo Tony Ellis a Radio Nueva Zelanda, afirmando que Tarrant "creía que su derecho a un juicio justo estaba comprometido", lo que constituía "una violación de la Declaración de Derechos."
Durante su juicio, Tarrant se había declarado culpable de matar a 51 personas y de herir a otras 40 en la mezquita Al Noor y en el centro islámico Linwood de Christchurch (Nueva Zelanda) el 15 de marzo de 2019.
Ellis dijo que Terrant estaba "considerando" presentar un alegato contra la sentencia de cadena perpetua emitida el año pasado en agosto y bajo la cual Tarrant no puede solicitar la libertad condicional.
El abogado hizo la afirmación en su comunicación con la jefa forense, la jueza Deborah Marshall. Ahora se iniciará una investigación forense sobre el asesinato masivo.
"El tirador dijo que su declaración de culpabilidad fue obtenida por 'coacción' y que había que tener en cuenta las condiciones en las que se declaró", dijo el abogado.
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"Podría ser una violación de la Carta de Derechos porque fue sometido a un trato inhumano o degradante mientras estaba en prisión preventiva, lo que impidió un juicio justo", añadió. "Me envió unas 15 páginas con la narración de cómo había sido tratado desde que estaba en prisión".
El abogado también se opuso a que el tribunal no identificara a Tarrant por su nombre en las comunicaciones.
Un familiar de una de las víctimas del ataque a la mezquita describió la reclamación de Tarrant como una "búsqueda de atención".
"De vez en cuando, es como si hubiera un déficit de personalidad en el que sólo busca más atención. Es como si fuera un narcisista, ¿sabes? Simplemente disfruta de esa atención", dijo Rosemary Omar en declaraciones recogidas por Radio New Zealand.
El hijo de Omar, Tariq, de 24 años, estaba entre las víctimas del tiroteo masivo de Tarrant en la mezquita Al Noor.
Los expertos afirman que sería una tarea monumental para Tarrant demostrar sus afirmaciones.
Poco después de la condena de Tarrant, el Parlamento neozelandés aprobó el año pasado una nueva legislación antiterrorista que otorga más poderes a los organismos de seguridad en su lucha contra el terrorismo.
El proyecto de ley formaba parte de una medida del gobierno para aplicar la recomendación de una comisión real que investigó los atentados terroristas de Tarrant.
Según la ley, los organismos de seguridad también tendrán poderes para entrar, registrar y vigilar locales sin necesidad de una orden judicial.
También se tipifican como delito las armas o el adiestramiento para el combate con fines terroristas, así como los viajes hacia, desde o a través de Nueva Zelanda con la intención de cometer un delito de terrorismo.
También se ampliaron los delitos relacionados con la financiación del terrorismo para incluir "formas más amplias de apoyo", como bienes y servicios.