La Embajada de Irlanda en Israel expresó su desconfianza hacia Israel y su enfado por la falsificación de pasaportes irlandeses por parte de la agencia de inteligencia, el Mossad, hace una década, en un tweet que posteriormente borró.
Respondiendo a un usuario de Twitter -en relación con un artículo del Jerusalem Post que informaba de que el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Simon Coveney, había dicho que Israel no había demostrado que seis ONG palestinas prohibidas por Israel fueran organizaciones terroristas-, la embajada irlandesa en Israel declaró ayer que "las relaciones diplomáticas pueden contar para algo, pero si se ha abusado de ellas para falsificar nuestros pasaportes para utilizarlos en asesinatos, puede ser comprensible que la confianza se vea afectada".
El incidente al que se refería la embajada fue el del asesinato por parte del Mossad del comandante de Hamás, Mahmoud Al-Mabhouh, en una habitación de hotel de Dubai, cuando los agentes utilizaron pasaportes falsos para entrar en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), antes de su normalización con Tel Aviv el año pasado.
Los otros países cuyos pasaportes fueron utilizados por los agentes del Mossad fueron Francia, Alemania, el Reino Unido y Australia, que han mantenido buenas relaciones con Israel. El tweet de la embajada irlandesa, sin embargo, parece mostrar que Irlanda todavía alberga malos sentimientos hacia el incidente y la falsificación de pasaportes irlandeses por parte de Israel.
El tweet, que fue borrado horas después, también revela que el incidente es la causa de la desconfianza de Dublín hacia la designación por parte de Israel de seis ONGs palestinas como organizaciones terroristas hace dos semanas. Dicha designación se produjo debido a sus presuntos vínculos con el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), citando Israel como prueba la participación de funcionarios de la ONG en un acto de duelo por un alto miembro del FPLP.
Sin embargo, estas designaciones tensaron las relaciones entre Irlanda e Israel, ya que dos de las ONG -Al-Haq y Adameer- están financiadas en parte por Irlanda. Hasta ahora, Dublín ha negado las pruebas presentadas por Tel Aviv, y Coveney ha insistido en que "no hemos obtenido ninguna prueba creíble que vincule a las ONG con el terrorismo, desde luego no que yo haya visto... Tenemos sistemas muy sólidos para saber dónde se gasta nuestro dinero y cómo se gasta".