Destacados líderes de la comunidad judía de Reino Unido repudiaron la reciente visita a Londres de la principal enviada de Israel, en una aparente negativa a reconocer el derecho a la existencia del Estado de ocupación.
La embajadora israelí, Tzipi Hotovely, visitó por sorpresa el barrio londinense de Stamford Hill, que cuenta con una alta concentración de judíos ortodoxos. Los líderes de la comunidad han criticado su visita y han dicho que no es bienvenida en su zona.
Cuatro rabinos judíos publicaron una declaración en la que revelaban que la parada de la enviada se había hecho sin el conocimiento de los dirigentes y no estaba de acuerdo con la visión de la Torá. La declaración no mencionaba al embajador por su nombre o título, sino que se refería a un representante "cuyas formas e ideas no son las nuestras".
El Jewish Chronicle, que informó de los detalles de la declaración, dijo que su aparición revela la reticencia de algunos sectores de la comunidad estrictamente ortodoxa a reconocer formalmente el Estado de Israel.
El JC también dijo que mientras algunos grupos jasídicos están afiliados al movimiento Agudat Yisrael, que anteriormente ha servido en los gobiernos israelíes como parte del partido Judaísmo Unido de la Torá, otros como las poderosas facciones Satmar siguen oponiéndose al sionismo, argumentando que la restauración de un estado judío debe esperar al Mesías.
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Desde su nombramiento el año pasado, Hotovely ha estado regularmente en el centro de la controversia dentro de la comunidad judía británica. En su primer discurso, organizado por la Junta de Diputados de los Judíos Británicos, contraria a los palestinos, la mujer de 43 años de edad, vendió el negacionismo de la Nakba afirmando que la limpieza étnica de los palestinos durante la creación de Israel y después es una "mentira árabe".
Los judíos liberales de Gran Bretaña también exigieron la cancelación de un acto con Hotovely. Insistieron en que, al honrarla con una invitación, "nuestra comunidad se ha vuelto mucho más tolerante con el racismo". Uno de los presidentes del Judaísmo Liberal también dimitió en señal de protesta.
Algunos sectores de la comunidad judía británica hicieron campaña contra su nombramiento. Casi 1.500 judíos británicos firmaron una petición pidiendo al gobierno de Boris Johnson que la rechazara. "Hotovely ha demostrado un completo desprecio por el derecho internacional a lo largo de su carrera política, y tiene un espantoso historial de comportamiento racista e incendiario", señalaba la petición.
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