A principios de esta semana, un avión privado libio aterrizó en el aeropuerto israelí de Ben Gurion a bordo del cual viajaban ayudantes del señor de la guerra libio, el general Khalifa Haftar. No se reveló la identidad de las personas que iban a bordo, pero un periodista israelí reveló que el avión había despegado de los Emiratos Árabes Unidos y que su siguiente destino después de Israel era Egipto.
"Un avión ejecutivo (P4-RMA) utilizado por los hombres del general libio Khalifa Haftar, que controla el este de Libia, se dirige al aeropuerto Ben Gurion desde Dubai", tuiteó Itay Blumental, que trabaja para Kan, la cadena pública israelí. "Más tarde despegará hacia Egipto", añadió.
El motivo de la visita no estaba claro, pero lo que sí está claro es que no existe ninguna relación diplomática entre Libia y el Estado ocupante de Israel. Sin embargo, el periodista israelí afirmó que existen relaciones secretas entre ambas partes.
De hecho, varios analistas e investigaciones descubrieron que existe una fuerte relación entre el general golpista, que controla la mayor parte del este de Libia, e Israel, pero el primero quiere mantener oculta esta relación, en parte para complacer a sus "partidarios salafistas y nacionalistas".
No es extraño que existan vínculos entre el general libio e Israel, muchos países y dirigentes árabes tienen relaciones oficiales o extraoficiales con el Estado ocupante. Lo que sí es extraño es que Israel esté ayudando a Haftar a destruir Libia, y que la Liga Árabe esté contenta con ello, mientras que está descontenta con la relación de Turquía con el gobierno libio respaldado por la ONU y con sede en Trípoli, que lo está apoyando para proteger a Libia contra los avances de Haftar y para reconstruirla.
Desde el establecimiento del Gobierno de Acuerdo Nacional libio (GNA) en 2015, Turquía se había mantenido a su lado como parte de su compromiso con las resoluciones de la ONU, Ankara dijo que apoya un proceso político en Libia en línea con el Consejo de Seguridad de la ONU.
Cuando las fuerzas de Haftar atacaron zonas bajo el control del GNA en 2019, Turquía respondió a las peticiones de ayuda del gobierno y respaldó a la administración reconocida internacionalmente, pero se descubrió que otros apoyaban al golpista.
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El GNA, antes de su disolución, dijo que Turquía estaba prestando apoyo en Libia a petición suya y que seguirá haciéndolo mientras el país lo pida. Mientras tanto, Turquía dijo que seguirá prestando su apoyo en las áreas de educación, sanidad, ayuda humanitaria y asesoramiento en Libia, de conformidad con un acuerdo firmado con el GNA.
"Como siempre expresamos, nuestro objetivo es garantizar la integridad territorial, el alto el fuego sostenible, la paz duradera y la estabilidad en Libia, donde tenemos 500 años de unidad, historia común, cultura, entendimiento y creencias", informaron fuentes turcas a Anadolu cuando el GNA estaba en el poder.
Turquía socavó el intento de Haftar de invadir Trípoli y destituir al GNA respaldado por la ONU, y detuvo los ataques contra civiles y la destrucción de infraestructuras civiles. Sin embargo, la Liga Árabe ha pedido constantemente que abandone Libia y deje de "interferir" en sus asuntos internos.
En septiembre, la Liga Árabe condenó a Turquía por su supuesta injerencia en los asuntos internos de los países árabes, pidiéndole que dejara de cometer actos "que amenazan la estabilidad y la seguridad en Oriente Medio", en referencia a sus acuerdos bilaterales con el GNA y su apoyo y protección a éste.
Mientras tanto, la Liga Árabe guarda silencio respecto a la injerencia claramente destructiva del Estado de ocupación israelí junto a Haftar en Libia. En el verano de 2018, los Emiratos Árabes Unidos mediaron en una reunión secreta entre Haftar y la agencia de espionaje israelí Mossad, durante la cual esta última acordó suministrar armas al Ejército Nacional Libio (ENL) del primero, en violación de un embargo de armas impuesto a Libia por el Consejo de Seguridad de la ONU en 2011.
El Washington Free Beacon reveló en abril de este año que funcionarios de la inteligencia israelí se reunieron en privado con el hijo de Haftar para discutir su candidatura presidencial de 2021.
Haftar, decía, "era un antiguo líder militar de confianza bajo el mando de Muamar Gadafi antes de desertar y convertirse en un activo de la CIA en la década de 1990". Decía que "una victoria de [Saddam] Haftar [el hijo de Khalifa Haftar] podría llevar a estrechar las relaciones entre Israel y Libia."
En 2015, Haftar, durante una visita a Ammán, se reunió con funcionarios israelíes y les pidió que llevaran a cabo ataques aéreos en la ciudad libia de Sirte y así lo hicieron. A cambio de esto, Haftar se comprometió a firmar acuerdos de petróleo y armas con Israel.
A pesar de todo esto, la Liga Árabe permanece en silencio.
A principios de 2017, Richard Silverstein dijo que la razón del silencio era simplemente que Israel es amigo de la mayoría de los estados miembros efectivos de la Liga Árabe: Egipto, los EAU y Jordania.
Informó que una fuente del ejército israelí dijo: "Un amigo de nuestro amigo -y un enemigo de nuestro enemigo- es nuestro amigo, y Haftar es amigo de Egipto, Jordania y EAU".
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