Alrededor de 2.000 migrantes, entre ellos mujeres y niños, abandonaron el lunes sus campamentos en Bielorrusia en dirección a la frontera occidental del país con Polonia.
A lo largo de la frontera, justo al oeste de la ciudad de Grodno, los migrantes, que llegaron con un visado desde Irak, abandonaron los campamentos que construyeron en la zona boscosa.
Habían estado sentados y esperando en el puesto de control fronterizo de Bruzgi-Kuznitsa.
El Comité Estatal de Fronteras de Bielorrusia dijo que nuevos grupos se habían unido a los migrantes que esperaban, y añadió que había unas 2.100 personas en la frontera que intentaban entrar en Polonia.
Crisis de migrantes en la frontera
En octubre, Bielorrusia suspendió un acuerdo con la UE que obligaba al país a acoger a los migrantes que cruzaran su territorio y entraran en la UE.
La UE acusa a la administración bielorrusa de "utilizar la migración irregular como instrumento" y "tratar de desestabilizar la UE" enviando migrantes a las fronteras de los países comunitarios Polonia, Lituania y Letonia.
Las autoridades polacas anunciaron que no permitirían la entrada de los migrantes en el país y devolverían a Bielorrusia a los que consiguieran entrar, mientras que Bielorrusia acusa a Polonia de no dar un trato humano a las personas que intentan emigrar a Europa.
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La Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pidió a los Estados miembros de la UE que aprobaran un régimen de sanciones ampliado contra funcionarios bielorrusos en medio de la crisis fronteriza.
Según las últimas cifras de la UE, 7.935 personas intentaron entrar en el bloque a través de la frontera entre Bielorrusia y la UE en 2021, lo que supone un fuerte aumento respecto a las 150 del año pasado.
Las autoridades polacas reforzaron la protección de las fronteras el lunes y movilizaron a más de 12.000 soldados después de que un gran grupo de migrantes empezara a marchar hacia la frontera del país con Bielorrusia, acompañados por el ejército bielorruso.
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