Al menos diez manifestantes murieron a manos del ejército sudanés y otros resultaron heridos cuando miles de personas se manifestaron ayer contra el golpe militar del mes pasado.
Según el Comité Central de Médicos de Sudán (CCSD), 14 manifestantes murieron. "Hay más de 80 heridos, un gran número de ellos graves, y están entre la vida y la muerte", dijo el CCSD en Facebook, añadiendo que algunos hospitales de la capital, Jartum, también fueron "atacados".
El comité señaló que las fuerzas golpistas estaban "disparando fuertemente con munición real contra los manifestantes pacíficos". "Las protestas fueron reprimidas ferozmente", añadió.
Al parecer, también se cortaron las líneas telefónicas y se interrumpieron los servicios de Internet en todo el país.
LEER: ¿Qué hace falta para que se condenen las tomas de poder en el mundo árabe?
"Como resultado de esta violencia, hay una grave escasez de personal médico, y una grave escasez de sangre, fluidos intravenosos, anestesia y otros medicamentos de emergencia y botiquines de trauma", advirtió el CCSD, haciendo un llamamiento a la comunidad internacional y a la Cruz Roja Internacional "para que intervengan y extiendan una mano de ayuda y asistencia en el rescate de los heridos y proporcionen los equipos y medicamentos necesarios."
"También hacemos un llamamiento a la comunidad internacional para que intervenga y ponga fin a esta violencia y al ataque contra personas inocentes", dijo el comité.
El 25 de octubre, el jefe del Estado Mayor de Sudán, Abdel Fattah Al-Burhan, declaró el estado de emergencia, destituyó al gobierno dirigido por Abdalla Hamdik y detuvo a los dirigentes civiles. La medida fue condenada internacionalmente, y algunos la calificaron de "golpe".
Burhan ha negado la acusación, y describió la medida como un "impulso para rectificar el curso de la transición".