En un discurso pronunciado el viernes por el presidente tunecino Kais Saied, éste anunció: "El país sólo puede purificarse después de depurar las instituciones del Estado de quienes querían hundirlo y manipular sus capacidades y dejar a la juventud en la miseria y la privación".
El discurso fue publicado por la Presidencia de la República en Facebook, tras una reunión que el presidente Saied mantuvo con el ministro de Empleo y Formación Profesional, Nasreddine Nsibi.
La reunión se dedicó a discutir la Ley 38 emitida el 13 de agosto de 2020, relacionada con las disposiciones excepcionales para la asignación en el sector gubernamental para aquellos cuyo desempleo supera los diez años.
Saied continuó: "Han vendido a los jóvenes falsas ilusiones que les hacen creer que estos textos legales se aplicarán, mientras que quienes los redactaron y aprobaron saben que nunca se aplicarán".
¿Es el presidente de Túnez Kais Saied como Luis XIV, rey de Francia? - Caricatura [Sabaaneh/MonitordeOriente].
Por su parte, Nsibi declaró: "Las autoridades que emitieron la ley (el mandato en el sector público) no tenían ninguna intención de aplicarla, sino que buscaban mentir a los desempleados".
Continuó: "Saied confirmó que la oficina pública hoy no puede acoger a más empleados, y dijo claramente que no vende falsos sueños".
El martes, los datos del Instituto Nacional de Estadística de Túnez mostraron un aumento de la tasa de desempleo en el mercado local, subiendo al 18,4% durante el tercer trimestre de 2021, frente al 17,9% del segundo trimestre del mismo año.
Desde el 25 de julio, Túnez asiste a una crisis política cuando Saied tomó medidas excepcionales, como la congelación de las competencias del Parlamento, el levantamiento de la inmunidad de sus diputados, la supresión del órgano de control de la constitucionalidad, la promulgación de leyes mediante decretos presidenciales, la presidencia de la Fiscalía, la destitución del primer ministro y la formación de un nuevo gobierno.
La mayoría de las fuerzas políticas de Túnez rechazan las decisiones excepcionales de Saied y las consideran un "golpe contra la Constitución", mientras que otras las apoyan y las ven como una "corrección del rumbo de la revolución de 2011", que derrocó al entonces presidente Zine El Abidine Ben Ali.
Durante los últimos tres meses, la capital tunecina fue testigo de movimientos de protesta en los que participaron miles de personas para denunciar las decisiones de Saied, que inició un mandato presidencial de cinco años en 2019.
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