El fiscal militar de Libia ha pedido que se detenga la candidatura del señor de la guerra, Khalifa Haftar, y de Saif Al-Islam Gaddafi, hijo del antiguo hombre fuerte, Muammar Gaddafi, para las elecciones presidenciales del país, según los medios de comunicación locales.
La cadena de televisión libia Al-Ahrar dijo que el fiscal militar, Masoud Erhouma, presentó una solicitud a Emad Al-Sayeh, el jefe de la Alta Comisión Electoral Nacional, pidiendo que se detenga la candidatura de los dos hombres, informa la Agencia de Noticias Anadolu.
El fiscal pidió a los dos aspirantes a la presidencia que comparecieran ante él para responder a las acusaciones de asesinato que pesan sobre ellos.
En su petición, Erhouma dijo que se había presentado una demanda contra Gadafi y Haftar relacionada con la matanza de civiles en la ciudad de Espiaa, al sur de Trípoli, a manos de mercenarios rusos de Wagner.
En su intento fallido de capturar Trípoli entre abril de 2019 y junio de 2020, Haftar contó con la ayuda del grupo Wagner, donde se registraron masacres contra libios, entre ellas la matanza de Espiaa.El fiscal militar, sin embargo, no especificó el vínculo de Saif Al-Islam con los asesinatos en Espiaa.
Añadió que Haftar también está acusado de matar a 63 inmigrantes ilegales en la ciudad de Tajoura, al este de Trípoli, en julio de 2019, a dos libios en un bombardeo contra la ciudad noroccidental de Al-Zawiyah en diciembre de 2019 y a 26 estudiantes en un ataque contra una academia militar en Trípoli en diciembre de 2020.
Hasta el domingo, 61 candidatos se presentaron a las elecciones presidenciales del 24 de diciembre, entre ellos Haftar y Saif Al-Islam.
Las elecciones presidenciales y parlamentarias de Libia se celebrarán el 24 de diciembre en virtud de un acuerdo patrocinado por la ONU y alcanzado por los rivales políticos libios durante las reuniones celebradas en Túnez el 15 de noviembre de 2020.
La comisión electoral del país rico en petróleo abrió el 8 de noviembre la inscripción de los candidatos a los comicios, a pesar de las continuas tensiones entre el Parlamento, el Alto Consejo de Estado y el gobierno de unidad respecto a las competencias y las leyes electorales.
Los libios esperan que las próximas elecciones contribuyan a poner fin a un conflicto armado que ha asolado al país petrolero durante años.
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