Australia incluyó el miércoles a todo Hezbolá -partido político y brazo armado, que tiene un poder considerable en Líbano- en la lista de organizaciones terroristas, informa la Agencia de Noticias Anadolu.
La ministra del Interior, Karen Andrews, declaró en el Parlamento que no hay lugar "para ideologías violentas y odiosas" en el país.
Afirmó que el grupo respaldado por Teherán "sigue amenazando con atentados terroristas y prestando apoyo a organizaciones terroristas", y añadió que su milicia está incluida en la lista de organizaciones terroristas de Australia desde 2003.
Se dice que el Movimiento ha enviado combatientes a la guerra civil de Siria para apoyar al régimen de Assad, y también se le acusa de bloquear la investigación sobre la devastadora explosión del puerto de Beirut en 2020.
Arabia Saudí, que retiró a su embajador del Líbano en octubre, culpa a Hezbolá de perjudicar las relaciones entre Riad y Beirut, y de influir en las decisiones del Estado libanés.
También acusa a Hezbolá de enviar combatientes a Yemen, donde una coalición liderada por Arabia Saudí lucha contra otro grupo alineado con Irán, el movimiento hutí.
Canberra también calificó al grupo neonazi "La Base" como organización terrorista. Andrews dijo que el "grupo violento, racista y neonazi" es conocido por las agencias de seguridad por planear y preparar ataques terroristas.
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"La Base" también está proscrita como organización terrorista por los gobiernos de Canadá y el Reino Unido, y se sabe que ha organizado campos de entrenamiento paramilitar en el extranjero, añadió.
Dijo que "la inclusión en la lista de estas organizaciones envía un mensaje muy fuerte de que Australia condena el uso del terrorismo para lograr objetivos políticos, ideológicos o religiosos".
"No hay absolutamente ningún lugar en Australia para el extremismo violento", argumentó la ministra. "No hay ninguna causa -religiosa o ideológica- que pueda justificar el asesinato de personas inocentes".
Andrews dijo que existe una amenaza de terrorismo en Australia y en todo el mundo, y añadió que desde 2013 el Gobierno ha destinado más de 69 millones de dólares a programas de lucha contra el extremismo violento en Australia.
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