El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha recibido hoy al príncipe heredero de Abu Dabi, Mohamed bin Zayed, y ha firmado importantes acuerdos en un momento en que ambos países se proponen mejorar sus relaciones bilaterales tras años de rivalidad.
En lo que ha sido el primer encuentro entre ambos líderes en casi una década, desde la última visita del príncipe heredero a Turquía en 2012, Erdogan ha recibido hoy a bin Zayed en el palacio presidencial de la capital, Ankara.
Según los informes, mantuvieron conversaciones entre ellos sobre la ampliación de la cooperación y diversos acontecimientos regionales e internacionales, antes de que el presidente cenara con el príncipe heredero, como es habitual.
Tras las reuniones, el presidente del fondo de inversión estatal de los EAU, ADQ, Mohammed Hassan Al-Suwaidi, anunció a los medios de comunicación turcos que Abu Dhabi invertirá 10.000 millones de dólares en Turquía a través de diversos acuerdos y proyectos.
Firmados entre el ADQ y el Fondo de Riqueza de Turquía y la Oficina Presidencial de Inversiones, los acuerdos de inversión incluyen los de puertos y logística por parte de la Compañía Portuaria de Abu Dhabi y la cooperación entre las bolsas de ambos países.
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Se ha llegado a un acuerdo para las inversiones directas y la cooperación en los sectores de la energía, la petroquímica, la tecnología, el transporte, las infraestructuras, la sanidad, los servicios financieros, la alimentación y la agricultura.
Además, se invertirá en energías renovables en Turquía, tanto en los proyectos existentes como en los nuevos. También se firmó un memorando de entendimiento para reforzar en general los lazos en materia de comercio, energía y medio ambiente.
Según el ministro emiratí de Industria, Sultán Al-Jaber, el principal objetivo de la visita del príncipe heredero era aumentar las asociaciones en materia de comercio y negocios entre ambos países mediante un conjunto de inversiones sostenibles.
La mejora de las relaciones entre Ankara y Abu Dhabi se produce tras años de rivalidad y hostilidad entre ambos, en los que Turquía apoyó las protestas y movimientos populares de la Primavera Árabe, mientras que EAU intentó socavar los intereses de Turquía y sus aliados en Libia y Siria.
Tras el fallido intento de golpe de Estado en Turquía en 2016, el gobierno también acusó a los EAU de estar implicados en el complot, lo que provocó el deterioro de las relaciones y el posterior boicot a Turquía y sus productos por parte de los EAU y otros Estados árabes del Golfo, como Arabia Saudí.