Los tunecinos pueden resolver sus problemas mediante el diálogo, declaró ayer el secretario general del sindicato tunecino, Noureddine Al-Taboubi, en medio de una grave crisis política derivada de las medidas excepcionales impuestas por el presidente Kais Saied.
El 25 de julio, Saied congeló el parlamento, levantó la inmunidad de los ministros, suprimió la Autoridad de Control de la Constitucionalidad de las Leyes, promulgó leyes por decreto presidencial, se puso al frente de la Fiscalía, destituyó al primer ministro y asumió el poder ejecutivo.
Ayer, Al-Taboubi se reunió con el embajador de Francia en Túnez, André Baran, en la sede de la Unión General del Trabajo de Túnez. Durante el encuentro dijo: "Confiamos en encontrar una solución tunecino-tunecina a la situación del país".
Subrayó "la importancia del papel de los amigos de Túnez, entre ellos Francia, para apoyar a Túnez en esta fase crítica que atraviesa."
El 29 de octubre, el sindicato pidió a Saied que acelerara el fin de la situación excepcional.
La mayoría de las fuerzas políticas de Túnez rechazan las medidas de Saied, y las consideran un "golpe contra la Constitución". Sin embargo, él ha dicho que sus acciones no son un golpe, sino que son "medidas dentro del marco de la ley" que se adoptaron para "proteger al Estado de un peligro inminente".