El presidente Abdel Fattah Al-Sisi recibió a Eric Trappier, director general de la gigantesca empresa Dassault Aviation, fabricante del avión militar Rafale.
Según el portal web de investigación Disclose, la empresa vendió hace unos días un sistema de vigilancia colectiva en cooperación con Nexa Technologies, empresa acusada de complicidad en la vigilancia, detención y tortura de egipcios.
Esto se produjo al margen de la participación de Dassault en la Exposición Internacional de Defensa e Industrias Militares de Egipto "EDEX 2021", en presencia del Teniente General, Muhammad Zaki, Ministro de Defensa, el Teniente General Muhammad Abbas Helmy, Comandante de la Fuerza Aérea, y el General de División Ahmed El-Shazly, Jefe de la Autoridad de Asuntos Financieros en las Fuerzas Armadas y el General de División Osama Ezzat, jefe de la Autoridad de Armamento de las Fuerzas Armadas.
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Esta reunión generó una tremenda polémica, ya que el informe de Disclose confirmaba que los opositores políticos, los periodistas, los dirigentes de ONG, los homosexuales y los huelguistas de los últimos cinco años, todos los que no piensan o viven según los preceptos del régimen militar, corrían el riesgo de ser encarcelados.
El portal web francés explicó que la represión sin precedentes de la sociedad civil egipcia se vio facilitada por un sistema de cibervigilancia masiva instalado por tres empresas francesas, en virtud de un acuerdo con las autoridades egipcias para vender Spywares.
El informe reveló que tres empresas tecnológicas se unieron en 2014 en torno a un proyecto para vigilar a la población fuera de los límites normales, lo que permitió vincular las diferentes bases de datos en nombre de la misteriosa agencia del régimen "la Inteligencia Militar."
Según la información mencionada en el informe, la base de datos digital de identificaciones personales y pasaportes estaba a disposición del grupo que viajó a El Cairo cinco veces entre octubre de 2015 y diciembre de 2016. Asimismo, se mencionaba la formación impartida a los agentes de inteligencia egipcios en París.
El informe mencionaba que Abdul Fattah Al-Sisi se apoyaba en dos aliados esenciales para consolidar su poder, adquirido por la fuerza en julio de 2013. El primero es Francia, uno de sus principales socios occidentales, que le proporcionó apoyo diplomático, militar y comercial. El segundo es Emiratos Árabes Unidos, que destinó 150 millones de euros a proporcionar a El-Sisi el elemento que le faltaba para su arsenal represivo: el espionaje digital.
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Por su parte, el portavoz presidencial afirmó que la reunión versó sobre los aspectos de la cooperación con la empresa Dassault, teniendo en cuenta su antigua experiencia en los sistemas tecnológicos desarrollados de la industria militar.
Los observadores explicaron que la reunión conlleva mensajes deliberados de Al-Sisi de que no tenemos miedo y mantendremos nuestro trabajo, independientemente de quien sea.
Además, la parte francesa también está demostrando que no tiene miedo de rendir cuentas y construir su narrativa nacional de que las víctimas no son francesas y su relación con el régimen egipcio es en el mejor interés de Francia.
La corriente predominante de los políticos y de la opinión pública, en Francia y en Europa, en general, es el populismo de derechas que adopta la perspectiva de beneficiarse del tercer mundo de cualquier manera sin tener en cuenta las cuestiones de derechos humanos.