Los diputados jordanos abandonaron ayer el Parlamento en protesta por la firma de un acuerdo sobre agua y energía con el Estado ocupante de Israel.
El diputado jordano Saleh Al-Armouti pidió a los que firmaron la declaración de intenciones con Israel que abandonaran la sesión, diciendo: "Si ellos no se van, lo haré yo".
Sin embargo, el presidente del Parlamento, Abdel Karim Al-Daghmi, consideró que la petición de Al-Armouti constituía una violación del reglamento de la Cámara de Representantes, lo que obligó al diputado a abandonar la sesión, y varios de sus compañeros siguieron su ejemplo.
El Parlamento había acordado fijar una sesión para debatir el acuerdo de intenciones, pero, tras el abandono, el presidente se vio obligado a suspender la sesión durante media hora porque se había perdido el quórum. El mes pasado, Jordania anunció la firma de una declaración de intenciones para intercambiar agua por energía con los Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel.
El Ministerio de Agua y Riego de Jordania dijo que el acuerdo suponía "entrar en el proceso de estudios de viabilidad durante el próximo año 2022, a través del cual Jordania podría obtener 200 millones de metros cúbicos de agua al año". Sin embargo, se ha informado de que, a cambio del agua, el desierto jordano se utilizaría para la generación de energía solar que abastecería a los asentamientos ilegales exclusivamente judíos en la Cisjordania ocupada.
El mes pasado, Jordania firmó un acuerdo con Israel para comprar 50 millones de metros cúbicos de agua a Tel Aviv, una cantidad adicional a la estipulada en el acuerdo de paz firmado entre ambos países en 1994.
Jordania ocupa actualmente el segundo lugar en la lista de países con escasez de agua en el mundo, según el índice mundial del agua.
El último acuerdo ha provocado protestas, con una sentada celebrada ayer ante el edificio del gobierno durante la sesión en la que se debatieron sus condiciones.