El fundador del Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), Omar Al-Barghouti, envió una carta al mundo, (Fuente: Raialyoum). La carta afirmaba que "la aplicación de medidas punitivas internacionales contra el régimen colonial, de colonos, militar, de ocupación y de apartheid israelí, como las medidas que se aplicaron contra el régimen de apartheid en Sudáfrica, se convirtió en una necesidad urgente".
Dijo Al-Barghouti: "En 1994, participé con millones de personas de todo el mundo en las celebraciones por el fin del régimen del apartheid en Sudáfrica. Cualquiera de nosotros que participara en el boicot internacional a Sudáfrica, aunque fuera un poco, vio cómo Nelson Mandela, con los ojos llorosos, se convertía en el Presidente de la Sudáfrica libre. Seguimos estando orgullosos de haber formado parte de esta gloriosa historia".
Y continuó: "Ahora, después de 27 años, un movimiento de solidaridad internacional nos da la esperanza de desmantelar el régimen colonial, de colonos, militar, de ocupación y de apartheid israelí. Todo ello para conseguir, como palestinos, libertad, justicia e igualdad. El Movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones, al que contribuí en su fundación en 2005, demostró que es el más influyente entre los medios de solidaridad mundial para nuestro movimiento de liberación".
En su carta, el miembro fundador subrayó que "la aplicación de medidas punitivas internacionales contra el régimen colonial de colonos y el apartheid israelí, como las medidas que se aplicaron contra el sistema de apartheid en Sudáfrica, se convirtió en una necesidad urgente". Señalando que, al mismo tiempo, estas medidas punitivas comienzan con la prohibición del intercambio militar, de seguridad y de espionaje con Israel, además de todas las empresas y fundaciones cómplices con él. Esto hace necesario el desarrollo de nuestro poder popular para presionar a los parlamentos y gobiernos con el fin de solicitar a las Naciones Unidas que investiguen el régimen de apartheid israelí que viola los derechos del pueblo indígena palestino. Esta misión se hizo más fácil que nunca, especialmente después de la confirmación por parte de organizaciones de derechos humanos como "B'Tselem" y "Human Rights Watch" sobre lo que los expertos palestinos en derechos humanos declararon décadas antes: que Israel es un estado de apartheid.
Y añadió: "Muchos grandes movimientos que luchan por la justicia social, étnica y medioambiental, como varios partidos progresistas y sindicatos, que representan a un total de decenas de millones de personas en todo el mundo, reconocen que Israel debe rendir cuentas, según las mismas normas del derecho internacional que cualquier otro Estado que cometa crímenes contra la humanidad."
Además de lo anterior, Al-Barghouti dijo que "Sudáfrica y Namibia, al igual que cientos de líderes del sur global, apoyaron la investigación de las Naciones Unidas sobre la comisión del crimen del Apartheid por parte de Israel". En octubre, la conferencia del Partido Laborista británico denunció el Apartheid israelí y pidió un embargo militar contra él. La conferencia también reivindicó el derecho al retorno de los refugiados palestinos. Varios miembros progresistas del Congreso de Estados Unidos también cambiaron las tornas con su denuncia preliminar del Apartheid israelí y su petición de restringir el apoyo militar a Israel".
En su carta, Al-Barghouti concluía: "Nuestro momento sudafricano se acerca, y se alcanzará cuando el poder de nuestro pueblo llegue a su punto álgido, formando un punto de inflexión importante en el que los funcionarios electos se vean obligados, por razones políticas y no sólo morales, a adoptar las sanciones contra Israel para poder estar en el lado correcto de este gran acontecimiento histórico", como decía.