La madre de Austin Tice, el estudiante y periodista estadounidense secuestrado por el régimen sirio hace casi una década, ha acusado a la Casa Blanca de ser un "obstáculo" para la liberación de su hijo.
Debra Tice, que ha estado en la capital, Washington, durante las últimas cinco semanas para mantener reuniones con funcionarios estadounidenses, admitió en una rueda de prensa celebrada el jueves en el Club Nacional de Prensa que "el obstáculo que tengo es la Casa Blanca".
A pesar de que sus reuniones con los funcionarios han sido supuestamente productivas, no se ha producido ningún avance real, ya que todavía no ha podido reunirse con el presidente Joe Biden ni con su asesor de seguridad nacional Jake Sullivan para hablar de la liberación de Austin. "Las cosas que estamos discutiendo tienen que subir por la cadena, de lo contrario realmente sólo estamos tomando té y bollos", dijo.
Tampoco es la única a la que las altas esferas del gobierno de Biden han ignorado, con una carta pública difundida en octubre en la que se expresaba la frustración de Debra y de más de dos docenas de otras familias de rehenes y estadounidenses detenidos al negárseles continuamente reuniones en la Casa Blanca.
Tice -ex capitán de los marines y estudiante de la Universidad de Georgetown- viajó a Siria en mayo de 2012 para cubrir el conflicto en curso como periodista independiente para varios medios de comunicación. Después de que su taxi fuera detenido en un puesto de control en un suburbio de Damasco en agosto de ese año, fue desaparecido por las fuerzas del régimen. Aparte de un breve vídeo en el que aparecía con los ojos vendados cinco semanas después, no se ha vuelto a saber nada de él.
LEER: Sobre la normalización de las relaciones con Bashar
A lo largo de los años, Estados Unidos ha exigido su liberación, pero se hicieron esfuerzos serios cuando funcionarios de la administración del ex presidente Donald Trump visitaron Damasco para negociar la liberación de Tice el año pasado.
Sin embargo, las exigencias del régimen comunicadas por el jefe de la inteligencia siria, Ali Mamlouk, incluían la retirada total de las fuerzas estadounidenses de Siria, el levantamiento de las sanciones y el restablecimiento de los lazos diplomáticos. Washington rechazó las demandas de Damasco, insistiendo en que no cambiaría su política exterior para conseguir la liberación de los estadounidenses.
Debra Tice insta ahora al gobierno a que vuelva a intentar conseguir la libertad de Tice, sobre todo después de que el principal jefe de seguridad de Líbano, Abbas Ibrahim, ayudara a negociar la liberación de otro estadounidense -el turista Sam Goodwin- que estuvo detenido por el régimen de Assad durante dos meses.
"No se puede dejar caer esta pelota", subrayó Debra. "Las puertas se están abriendo un poco, y tenemos que empujar esas puertas y sacar a Austin". Instó al gobierno de Biden a seguir adelante con la campaña para liberar a su hijo, diciendo que "es un ciudadano estadounidense que necesita que su gobierno intervenga y haga lo que sabe que es necesario para traerlo a casa."
Tras los comentarios de Debra, un alto asesor de la Casa Blanca -según los informes, Jake Sullivan- se reunió ayer con ella y se comprometió a impulsar sus esfuerzos para la liberación de Austin.