La 42ª cumbre del Golfo comienza en la capital saudí, Riad, tras un "próspero" año de reconciliación entre la mayoría de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), informa la Agencia de Noticias Anadolu.
Durante el pasado año se alcanzaron notables acuerdos en cinco expedientes, entre los que destacan el programa nuclear de Irán y las reformas en Líbano.
En la gira por el Golfo realizada la semana pasada por el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman, se emitieron declaraciones conjuntas notablemente similares en cuanto a su postura sobre el expediente nuclear iraní, su exigencia de reformas en el Líbano y su visión de las crisis en Yemen, Siria y Libia, la actual situación de deterioro económico en Afganistán y la finalización del planteamiento de la declaración de la cumbre de Al-Ula.
La última cumbre del CCG tuvo lugar en la ciudad saudí de Al-Ula el 5 de enero de 2021, en la que Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Egipto acordaron restablecer los lazos diplomáticos, comerciales y de viaje con Qatar, cortados en 2017.
Cinco expedientes "resueltos
En una publicación en Twitter el viernes, el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan, dijo que la gira de bin Salman por el Golfo "expresaba el concepto de un único Golfo y un destino común", señalando que "su momento llegó para fortalecer el curso de la acción del Golfo y empujarlo hacia horizontes más amplios."
Tras la inauguración de un mecanismo de consulta política entre Egipto y los Estados del Golfo en Riad el domingo, Ibn Farhan dijo en una conferencia de prensa que "la cumbre llega en un momento delicado con retos y oportunidades", y añadió que "apoyará el impulso del proceso del Golfo unificado".
Un análisis de las cinco declaraciones conjuntas emitidas al término de cada una de las visitas del príncipe heredero saudí a los países del CCG muestra un acuerdo en cinco expedientes.
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Sobre el acuerdo nuclear de Irán, las declaraciones "enfatizaron la importancia de la cooperación y de tratar con seriedad y eficacia los expedientes nucleares y de misiles de Irán con todos sus componentes y sus repercusiones, de manera que contribuyan a lograr la seguridad y la estabilidad regional e internacional".
También hicieron hincapié en mantener "los principios de buena vecindad y el respeto a las resoluciones de la ONU y a la legitimidad internacional, y en preservar la región de toda actividad desestabilizadora".
En cuanto a la crisis del Líbano, las declaraciones subrayaron la necesidad de emprender "reformas integrales para que el Líbano supere sus crisis", subrayando la importancia de evitar que la nación árabe se convierta en una plataforma de lanzamiento "de cualquier acto terrorista o criminal que desestabilice la seguridad y la estabilidad de la región".
En cuanto a Yemen, Siria y Libia, las declaraciones subrayaron la necesidad de seguir esforzándose por encontrar soluciones políticas globales a las crisis que allí se viven.
En cuanto a Afganistán, las declaraciones hicieron hincapié en "la necesidad de apoyar la seguridad y la estabilidad en Afganistán y no permitir refugios para los terroristas."
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Además, reiteraron la necesidad de apoyar los esfuerzos de ayuda y el trabajo humanitario en el país centroasiático, señalando que el 19 de diciembre se celebrará en Pakistán una reunión ministerial extraordinaria de la Organización de Cooperación Islámica por invitación saudí para discutir la situación en Afganistán.
Las declaraciones también destacaron los acuerdos alcanzados durante la cumbre de Al-Ula, que estaban en línea con la visión del rey Salman bin Abdulaziz expresada durante la cumbre de 2015, que se centró en la unidad económica, los sistemas de defensa conjuntos y la cohesión del CCG, entre otros.
Los frutos de la reconciliación
Khairy Omar, un académico egipcio, cree que las similitudes observadas en las declaraciones conjuntas eran "intencionadas", señalando que formarán el "núcleo de la declaración final" que hará hincapié en el llamamiento a la unificación del Golfo, tal y como lo planteó el máximo diplomático de Arabia Saudí.
En declaraciones a la Agencia Anadolu, Omar subrayó que la cumbre de Riad puede considerarse también una cumbre para recoger los frutos de la reconciliación.
Por su parte, el prominente escritor qatarí, Jaber Al-Harami, dijo a la Agencia Anadolu que la gira de Bin Salman se reflejará positivamente en el resultado de la cumbre del martes y espera "consensuar muchas visiones sobre los desafíos de la región durante su gira", en particular la cuestión del programa nuclear de Irán.
"Hay esperanzas en la 42ª cumbre de Riad, sobre todo porque la región del Golfo está hoy rodeada por un cinturón de fuego que se extiende desde Líbano hasta Irak y Siria", dijo Al-Harami, comparando la sensibilidad de la situación de seguridad con la guerra entre Irán e Irak y el impacto que tuvo en los países del Golfo, si no es peor.
El escritor qatarí expresó su esperanza de que la cumbre "restablezca el espíritu del organismo del Golfo y le dé un fuerte impulso para una mayor cooperación e integración para hacer frente a estos grandes riesgos".
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