La Unión Europea ha impuesto sanciones a la empresa militar privada rusa Wagner Group, por las denuncias de abusos de los derechos humanos en zonas de guerra de todo el mundo.
En un comunicado de prensa oficial del Consejo de la UE, se afirma que el "Grupo Wagner ha reclutado, entrenado y enviado operativos militares privados a zonas de conflicto en todo el mundo para alimentar la violencia, saquear los recursos naturales e intimidar a los civiles, violando el derecho internacional, incluido el derecho internacional de los derechos humanos".
Las sanciones, que también se imponen a otras ocho personas y tres empresas energéticas en Siria, van dirigidas a quienes "están implicados en graves abusos contra los derechos humanos, como torturas y ejecuciones y asesinatos extrajudiciales, sumarios o arbitrarios, o en actividades desestabilizadoras en algunos de los países en los que operan".
En los últimos años, el Grupo Wagner ha actuado en varios países, entre ellos Siria, donde presta asistencia al régimen de Bashar Al-Assad, y Libia, donde ayudó al mariscal de campo renegado, Jalifa Haftar, contra el antiguo gobierno de Trípoli antes de la derrota de Haftar el año pasado. También ha operado en Ucrania y en varios países africanos, como la República Centroafricana y Malí.
A lo largo de sus operaciones en esos países, el grupo habría cometido numerosos abusos contra los derechos humanos y atrocidades contra la población civil, colocando minas terrestres explosivas en Libia y golpeando, torturando y quemando a hombres desarmados en Siria.
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Según el comunicado de prensa de la UE, el objetivo de las sanciones -que consisten en la prohibición de viajar y la congelación de activos- es "reducir las actividades subversivas del Grupo Wagner". Es una señal de la firme determinación de la UE de defender sus intereses y valores en su vecindad y fuera de ella, y de tomar medidas tangibles contra quienes amenazan la paz y la seguridad internacionales y violan el derecho internacional".
Las medidas de la UE contra el grupo mercenario llevan mucho tiempo en trámite, y Francia, en particular, ha presionado a sus compañeros y socios del bloque para que actúen contra él.
La oposición de París al grupo Wagner se produce especialmente después de que éste socavara la influencia de Francia en las zonas francófonas de África; un ejemplo fue cuando Mali invitó a los mercenarios de Wagner al país hace unos meses en un intento de sustituir a las tropas francesas que luchan contra las milicias antigubernamentales y los grupos terroristas en el Sahel.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, ha calificado anteriormente al Grupo Wagner como "una compañía de mercenarios rusos que hace la guerra por delegación por cuenta de Rusia", y añadió que "aunque Rusia lo niegue, nadie se engaña".
Al parecer, el grupo Wagner está dirigido y financiado por Yevgeny Prigozhin, que ha sido calificado como "el chef de Putin" debido a sus supuestos estrechos vínculos con el presidente ruso, Vladimir Putin. Prigozhin ya es objeto de varias sanciones por parte de Estados Unidos y la UE. El año pasado, Estados Unidos también indicó que los Emiratos Árabes Unidos (EAU) también financian a los mercenarios rusos.