Una constructora egipcia se ha asociado con una empresa china para explotar y gestionar el mayor hospital de la nueva capital administrativa.
Las empresas egipcias Alameda Healthcare Group, Al-Hazeq Construction Company y China State Construction Engineering Corporation son algunas de las que han firmado el memorando de entendimiento.
En una reunión de 2016 con el presidente Abdel Fattah Al-Sisi, el presidente chino Xi Jinping dijo que quería contribuir a los principales proyectos de Egipto, incluidos el corredor del Canal de Suez y la nueva capital administrativa.
La nueva capital, de 45.000 millones de dólares, se está construyendo en el desierto al este de El Cairo como solución, según las autoridades, para aliviar el hacinamiento y reducir la congestión en la actual capital, donde viven más de 20 millones de personas.
Ha sido criticada incluso por profesores que dicen que el dinero debería gastarse en mejorar las condiciones de vida en otras partes del país.
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China está gastando 3.000 millones de dólares para ayudar a construir el distrito central de negocios, que será construido por China State Construction Engineering Corp. Como parte de su contribución, la CSCEC está construyendo 20 torres, una de las cuales será el edificio más alto de África.
La CSCEC ha construido varios edificios en Egipto en las últimas décadas, incluido el Centro Internacional de Conferencias de El Cairo.
Más de 1.500 empresas chinas están registradas en Egipto.
Desde que llegó a la presidencia en 2014, Al-Sisi ha visitado seis veces Pekín para consolidar y ampliar las relaciones entre ambos países.
En 2019, las inversiones de China en Egipto alcanzaron unos 7.000 millones de dólares, lo que demuestra la determinación del país de profundizar en las relaciones con El Cairo.
La relación entre Pekín y El Cairo ha suscitado una gran reacción por parte de los defensores de los derechos humanos, ya que Egipto ha estado deportando a China a musulmanes uigur, que han sido objeto de persecución por parte de las autoridades de Pekín.
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