La iniciativa "Ciudadanos contra el golpe" anunció el viernes el inicio de una sentada abierta en la avenida Habib Bourguiba, en el centro de la capital, para pedir el fin del "golpe contra la Constitución".
"A partir de hoy (viernes), iniciaremos una sentada abierta hasta poner fin al golpe y derrocar a quien se ha vuelto contra la Constitución", declaró el miembro del órgano ejecutivo de la iniciativa, Jawhar Bin Mubarak, en referencia al presidente Kais Saied.
"La sangre de los mártires y el sacrificio de los tunecinos para lograr los objetivos de la revolución requieren nuestra resistencia, nuestra permanencia y nuestra sentada para expresar nuestro rechazo a la continuidad del golpe y a la desviación del curso democrático", afirmó Bin Mubarak.
La iniciativa Ciudadanos contra el Golpe es una iniciativa popular que propuso una hoja de ruta para poner fin a la crisis política en Túnez, incluyendo la celebración de elecciones presidenciales y legislativas anticipadas en el segundo semestre de 2022.
El viernes, Túnez fue testigo de dos manifestaciones masivas para conmemorar el 11º aniversario de la revolución que derrocó al régimen del ex presidente Zine El Abidine Ben Ali.
El lunes, Saied anunció la continuidad de la congelación de los poderes del Parlamento hasta la celebración de elecciones anticipadas el 17 de diciembre de 2022.
"Los proyectos de ley de reforma constitucional y otros serán emitidos el 25 de julio (fecha de declaración de la República), además de otras reformas relacionadas con la regulación de las elecciones sin la interferencia de ningún partido y lejos de las leyes del pasado", explicó el presidente tunecino.
También amenazó con que: "Cualquiera que cometa crímenes contra el pueblo y el Estado tunecinos será juzgado, y el poder judicial debe cumplir su función con total neutralidad".
En respuesta, destacadas fuerzas políticas y sociales de Túnez han declarado su rechazo a las decisiones de Saied, calificándolas de "monopolio del pensamiento y devoción del poder individual", mientras que otras fuerzas las han apoyado como "expresión de las aspiraciones del pueblo tunecino".
Desde el 25 de julio, Túnez ha sido testigo de una crisis política continua, ya que el presidente Saied declaró "medidas excepcionales", como la destitución del Parlamento y el levantamiento de la inmunidad de sus miembros, la promulgación de leyes mediante decretos presidenciales, la destitución del primer ministro Hichem Mechichi y el nombramiento de un nuevo gobierno.
Mientras que la mayoría de las fuerzas políticas tunecinas rechazan estas medidas excepcionales y las consideran "un golpe contra la Constitución", otras las apoyan y las consideran una "corrección del camino de la revolución de 2011" en un contexto de crisis política, económica y sanitaria.
Saied, que inició un mandato presidencial de cinco años en 2019, anunció que tomaba medidas al amparo de la Constitución para proteger al país de "un peligro inminente", asegurando que "los derechos no serán vulnerados".