Más de 700.000 personas acudieron a un popular festival de música en Arabia Saudí para celebrar el final del evento de cuatro días, según informaron hoy las autoridades del reino.
A lo largo del festival MDLBeast Soundstorm, 732.000 juerguistas se desplazaron al concierto celebrado en el desierto saudí, al norte de la capital, Riad, en lo que el jefe de la Autoridad General de Entretenimiento saudí, Turki Al-Sheikh, elogió como "uno de los mayores festivales de música del mundo".
En los vídeos que circulan por Internet, se puede ver a los juerguistas, en su mayoría hombres y mujeres jóvenes, bailando codo con codo al ritmo de la música electrónica interpretada por figuras populares como el DJ francés David Guetta.
Una joven saudí que asistió a la fiesta habló con la AFP bajo condición de anonimato y dijo: "Nunca habíamos visto algo así en Riad: multitudes, música, salas VIP, ropa poco convencional para el reino".
Añadió que este tipo de conciertos y festivales de música han sido beneficiosos para la juventud saudí al proporcionarles una salida. "Estamos sedientos de música, entretenimiento, películas, risas y salidas. Es como si redescubriéramos nuestro país y eso nos hace muy felices"
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Desde 2019, el gobierno saudí ha permitido la celebración de este tipo de eventos de entretenimiento en todo el país y ha invitado a numerosos artistas de todo el mundo a actuar en ellos.
A pesar de que la medida se propaga como parte del esfuerzo del reino por abrirse al resto del mundo y modernizarse, muchos grupos de derechos humanos la han criticado como un intento de encubrir sus violaciones de derechos humanos y su falta de valores democráticos.
Antes de este último festival, Human Rights Watch (HRW) emitió un comunicado en el que afirmaba que "los artistas y promotores deben utilizar sus micrófonos, escenarios y tiempo en pantalla para denunciar las violaciones de los derechos humanos en Arabia Saudí o negarse a participar en otro de los planes de blanqueo de la reputación saudí".
Figuras religiosas y poblaciones de fuera del reino también están criticando la medida de Riad, insistiendo en que es poco islámica e inapropiada, especialmente en la tierra de las dos ciudades santas de La Meca y Madinah.
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