El consejo estudiantil de la Facultad de Derecho de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) ha respaldado oficialmente el movimiento mundial de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) y ha pedido a la universidad que rompa sus vínculos con los académicos e instituciones israelíes.
El Consejo de Estudiantes de la Facultad de Derecho aprobó por unanimidad una resolución en la que se acusa a las instituciones académicas israelíes de complicidad en la ocupación y colonización de Palestina y de complicidad con la violencia estatal contra los palestinos.
"El Gobierno de Estudiantes de Derecho de CUNY apoya con orgullo y sin reparos el llamamiento liderado por los palestinos al Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) contra Israel", dice la resolución patrocinada por más de 20 grupos, entre ellos el Gremio Nacional de Abogados y la Sociedad de Derecho Internacional.
La resolución, acordada a principios de este mes, pedía además que "la institución desinvierta y ponga fin a los contratos con todas las empresas que ayudan o se benefician de la colonización, la ocupación y los crímenes de guerra israelíes". En la resolución se incluían detalles de las inversiones de la universidad en empresas cómplices de la ocupación israelí.
Se dice que CUNY ha invertido cerca de 1,1 millones de dólares en empresas que se benefician de los crímenes de guerra israelíes, entre ellas los fabricantes de armas Boeing, General Electric, Lockheed Martin, Northrop Grumman y Raytheon.
Se mencionaron otros contratos de CUNY con empresas cómplices de la ocupación. En el año fiscal 2020-21, CUNY habría tenido más de 8,5 millones de dólares en contratos "con empresas que ayudan o se benefician de la colonización, la ocupación y los crímenes de guerra israelíes, incluyendo Dell, IBM, HP, Lenovo, Cisco y BMC Software".
La resolución acusaba a CUNY de ser "directamente cómplice del apartheid, el genocidio y los crímenes de guerra perpetrados por el Estado de Israel contra el pueblo palestino a través de sus colaboraciones académicas con instituciones académicas israelíes cómplices".
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La CUNY ha criticado la resolución y ha señalado que las organizaciones estudiantiles "hablan por sí mismas y las opiniones o posiciones que expresan son totalmente suyas y no representan los puntos de vista de la CUNY o de la mayoría de los 300.000 miembros de nuestra comunidad".
En respuesta a las acusaciones de que la resolución es antisemita, Nerdeen Kiswani, vicepresidenta de la Asociación de Gobierno Estudiantil de la Facultad de Derecho de CUNY y presidenta de la sección de Estudiantes por la Justicia en Palestina de la facultad, dijo que cualquier conversación sobre la liberación de Palestina o los derechos humanos suele ser tachada de antisemita.
"Hemos visto cómo las acusaciones de antisemitismo se han convertido en un arma constante contra los organizadores de Palestina, hasta el punto de que en realidad es como una presuposición", dijo Kiswani. "Esto forma parte del llamamiento al BDS", dijo Kiswani, señalando que el movimiento utiliza "estas tácticas para presionar a Israel para que cumpla el derecho internacional".