Madrid convocó al encargado de negocios de la embajada marroquí en protesta por la acusación de Rabat de que España no vigila el estado de salud de los viajeros que llegan a Marruecos en el marco de la pandemia de la COVID-19, informó el martes El Confidencial.
Rabat no ha emitido ninguna declaración oficial al respecto, sin embargo, según el diario, fuentes diplomáticas no identificadas: "el ministro de Asuntos Exteriores español ha ordenado hoy martes convocar al encargado de negocios de la Embajada de Marruecos en Madrid, Farid Oulhaj, en protesta por un comunicado del Ministerio de Sanidad marroquí".
El lunes, el ministerio marroquí dijo: "Portugal fue elegido en lugar de España para deportar a los marroquíes varados en Europa, debido a la falta de control sanitario de los viajeros por parte de las autoridades españolas".
Añadió que "España no controla el estado de salud de los viajeros de la manera requerida y estricta durante el proceso de embarque a través de los aeropuertos."
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El ministerio continuó: "No hay control de los pasaportes de vacunación de los viajeros, y hemos controlado varios casos e infecciones con la Covid-19 a su llegada, o en tránsito desde Marruecos, procedentes de España como parte de los vuelos especiales."
El mismo comunicado afirmaba que "viajar desde España a Marruecos supone una amenaza para la salud de los ciudadanos marroquíes y un golpe a los logros sanitarios conseguidos por el país".
Las relaciones entre Marruecos y España sufrieron una crisis a raíz de la acogida en Madrid del jefe del Frente Polisario, Ibrahim Ghali, a principios de este año, tras ser sospechoso de haber contraído el COVID-19.
Las autoridades españolas no informaron al gobierno marroquí del traslado.
España alega que fue por motivos humanitarios, pero las autoridades marroquíes lo calificaron de "provocación inaceptable" y amenazaron con las consecuencias.