Tres partidos tunecinos han acusado hoy al presidente en funciones, Kais Saied, de presionar al poder judicial para intimidar a los opositores políticos, informa Anadolu.
Ayer, un tribunal tunecino condenó al ex presidente Moncef Marzouki, de 76 años, a cuatro años de prisión en rebeldía, acusado de "atentar contra la seguridad exterior del Estado".
"La violación sistemática de los derechos y las libertades al seguir juzgando a los civiles ante los tribunales militares y presionando al poder judicial es un intento de utilizarlo para intimidar a los opositores políticos", declaró un comunicado conjunto de la Corriente Democrática, el Partido Republicano y el Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades.
El mes pasado, las autoridades tunecinas emitieron una orden de detención internacional contra Marzouki por sus críticas a la celebración de la Cumbre Internacional de la Francofonía en Túnez el 15 de octubre.En declaraciones al canal árabe de France24, Marzouki dijo que trató de impedir que la cumbre se celebrara en Túnez por considerar que apoyaría "el golpe", en referencia a la toma de poder casi total por parte de Saied.
Marzouki, que fue presidente de 2011 a 2014, también acusó a Saied de dividir al pueblo tunecino. En respuesta, el presidente tunecino amenazó con retirar los pasaportes diplomáticos a todo aquel que solicite apoyo exterior para "golpear" los intereses tunecinos.
Los tres partidos también condenaron "la repetida comparecencia de los blogueros ante los tribunales, y la emisión de sentencias restrictivas de la libertad contra ellos".
También declararon su solidaridad con la bloguera Mariem Bribri, "condenada a una escandalosa pena de prisión", según el comunicado.
El martes, el Tribunal de Primera Instancia de la ciudad de Sfax condenó a Bribri a una pena de cuatro meses de cárcel y a una multa de 500 dinares (173 dólares), en el marco de una demanda presentada por el Sindicato de las Fuerzas de Seguridad Interior por publicar un videoclip que documentaba una agresión de las fuerzas de seguridad a un ciudadano en la provincia oriental de Nabeul en octubre de 2020.
Las tres partes expresaron su "rechazo al continuo discurso convulso del jefe de la autoridad de facto, a su división de los tunecinos y a su distorsión de la oposición y sus símbolos".
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También llamaron a "todas las fuerzas democráticas y civiles a unir esfuerzos para defender la democracia y proteger al Estado de la desintegración".
Saied destituyó al gobierno el 25 de julio, suspendió el parlamento y asumió el poder ejecutivo. Aunque insiste en que sus "medidas excepcionales" pretenden "salvar" al país, los críticos le han acusado de orquestar un golpe de Estado.
Saied, que comenzó un mandato de cinco años en 2019, rechaza las acusaciones de que suspendió la labor de la Constitución, argumentando que tomó medidas excepcionales en el marco de la misma para proteger al Estado de un "peligro inminente."