El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, recibió ayer a una delegación de rabinos en el Complejo Presidencial de Ankara en el marco de la primera cumbre anual de la Alianza de Rabinos en los Estados Islámicos. La alianza fue fundada en 2019, por rabinos que viven en países de mayoría musulmana para promover la tolerancia y la convivencia.
Entre los líderes judíos presentes estaban el Gran Rabino de Turquía, Isaak Haleva, su homólogo ruso Berel Lazar y otras autoridades rabínicas extranjeras de primer orden.
Hablando de la importancia de la paz y la estabilidad en Oriente Medio, Erdogan dijo: "El mayor deseo de Turquía es un Oriente Medio en el que sociedades de diferentes religiones, lenguas y etnias convivan en paz".
Durante la reunión, Erdogan también dijo que "las relaciones entre Turquía, los judíos e Israel siempre serán fuertes", y añadió que "las relaciones económicas entre los dos países son más fuertes que nunca y seguirán creciendo".
We thank President @RTErdogan for warmly welcoming the First Annual Summit of Alliance of Rabbis in Islamic States - under auspices of Hahambashi Isak Haleva of @tyahuditoplumu - the warm welcome and brotherly environment will remain with us forever.https://t.co/ysmWuL2Rzg
— Alliance Rabbis Islamic States (@RabbisAlliance) December 22, 2021
Aunque reconoció las diferencias con Israel sobre las políticas hacia los palestinos, dijo que "nuestras relaciones con Israel en los ámbitos de la economía, el comercio y el turismo están progresando a su manera", pero subrayó que la "actitud sincera y constructiva" de Israel hacia los esfuerzos de paz contribuirá al proceso de normalización entre Ankara y Tel Aviv.
El mes pasado, Erdogan dijo que Turquía estaba buscando mejorar los lazos con Israel después de años de relaciones tensas. En 2018, Turquía retiró a su embajador de Israel por los ataques mortales contra los palestinos en la Franja de Gaza, pero nombró a un nuevo enviado en 2020. También se acusó a Israel de espionaje después de que una pareja israelí fuera detenida tras tomar fotografías de la residencia de Erdogan en Estambul, pero posteriormente fue liberada, evitando una crisis diplomática entre ambos países.
El líder turco también habló de la islamofobia y el antisemitismo, ambos considerados crímenes contra la humanidad. "Las tierras turcas también han sido un remanso de paz para los judíos que han sido perseguidos en distintas partes del mundo a lo largo de la historia", recordó, y añadió que Turquía acogió a los judíos que huyeron de la Inquisición española a finales del siglo XV. La mayor parte de la población judía de Turquía, de aproximadamente 25.000 personas, es descendiente de judíos sefardíes que buscaron refugio en el Imperio Otomano tras su expulsión de España en 1492.