Más de 200 solicitantes de asilo eritreos, entre ellos 44 niños, han sido detenidos en Egipto, según ha revelado un informe de la Plataforma de Refugiados en Egipto. Entre ellos hay una niña de siete años y una menor que ha dado a luz mientras estaba detenida.
La detención fue arbitraria y las condiciones extremadamente malas, dijo, añadiendo que no se les había dado acceso a juicios justos, al derecho de defensa, ni se les había permitido solicitar asilo.
Los niños también permanecen en celdas estrechas y abarrotadas destinadas a los adultos, donde no reciben suficiente comida ni atención médica y no están expuestos al sol, y sólo pueden ver a sus padres durante unos minutos de vez en cuando.
Además, el Ministerio del Interior egipcio se niega a entregarlos a sus familiares que residen en Egipto y tienen permisos y un lugar de residencia, a pesar de que se han presentado solicitudes para su liberación.
LEER: España convoca al enviado de Marruecos por las denuncias de mala gestión de la Covid-19
La organización ha revelado que 21 solicitantes de asilo eritreos, entre los que hay niños, están amenazados de deportación forzosa en los próximos dos días. Fueron trasladados desde sus lugares de detención en Asuán y obligados a firmar documentos de viaje en su embajada en El Cairo. Otros 53 eritreos se presentaron en su embajada para obtener documentos de viaje similares, explicó.
Continuó condenando a las autoridades egipcias y las prácticas que siguen en las fronteras al tratar con los solicitantes de asilo, subrayando que la elección entre aceptar la deportación o la detención prolongada sin justificación legal es una clara violación de la constitución del país y de sus obligaciones internacionales.
Además, instó al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) a tomar medidas serias para cambiar las políticas que violan los derechos de los refugiados en Egipto y trabajar para que puedan registrarse y solicitar asilo.
Las autoridades egipcias deportaron a la fuerza a 15 eritreos en octubre y noviembre y amenazaron, en septiembre, con deportar a dos detenidos en la prisión de hombres de Qanater, uno de los cuales lleva recluido más de nueve años.
Los eritreos deportados se enfrentan a graves penas en su país de origen, incluida la pena de muerte o la cadena perpetua.