Una junta directiva de Illinois que supervisa los fondos de pensiones de los empleados estatales votó el miércoles para prohibir que dichas reservas compren acciones de Unilever debido a la decisión de su filial de dejar de vender sus helados en asentamientos ilegales israelíes, informa Reuters.
Un representante de la Junta de Políticas de Inversión de Illinois dijo que votó 7-0 en una reunión el miércoles "para añadir a Unilever a su lista de entidades prohibidas", siguiendo medidas similares de otros estados, incluyendo Nueva York y Nueva Jersey.
El valor exacto de las acciones de Unilever que los fondos estatales deben vender ahora, si es que las poseen, no estaba disponible de inmediato. Entre los miembros de la junta se encuentran representantes de los sistemas de jubilación de profesores y universidades de Illinois y de la Junta de Inversiones del Estado de Illinois, que no respondieron inmediatamente a las preguntas.Los representantes de Unilever no respondieron inmediatamente a las preguntas.
Al igual que otros estados, la ley de Illinois prohíbe las inversiones en empresas que boicotean a Israel.
Unos 35 estados de EE.UU. tienen leyes contra el boicot a Israel. En septiembre, Arizona se convirtió en el primer estado en desprenderse de la empresa por lo que calificó de medida "antisemita".
Nueva Jersey siguió su ejemplo, y Texas ha anunciado que está tomando medidas para desprenderse de Unilever tras la decisión de Ben & Jerry's.
En julio, Ben & Jerry's puso fin a la licencia para la venta de sus helados en Cisjordania y Jerusalén Este ocupadas, alegando que las ventas allí eran "incompatibles con sus valores". Esto se produjo tras una serie de informes de grupos de derechos humanos y de la ONU, y de artículos de antiguos embajadores israelíes que calificaban a Israel de Estado de apartheid. Los fundadores de la empresa de helados, Bennett Cohen y Jerry Greenfield, explicaron que la compañía trazaba una línea entre lo que llamaban el "territorio democrático de Israel y los territorios que Israel ocupa", subrayando que "la decisión de detener las ventas fuera de las fronteras democráticas de Israel no es un boicot a Israel".
Unilever había dicho que la decisión fue tomada por la junta de misión social independiente de Ben & Jerry's y dijo que no apoya los esfuerzos para boicotear o aislar a Israel, donde emplea a casi 2.000 personas.
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