El ex presidente tunecino Moncef Marzouki calificó la sentencia de cuatro años de cárcel dictada contra él como "una continuación de la manipulación", y subrayó que "no significa nada, porque fue dictada por partidos ilegales".
"No encuentro nada que decir, salvo risas y sarcasmo. No se han puesto en contacto conmigo para pedirme ninguna citación judicial, no me han asignado un abogado para que me defienda y no he sabido nada de la evolución del caso, salvo lo que he oído hoy como otras personas", declaró Marzouki a Arabi21 tras conocerse la sentencia el miércoles.
Un tribunal le condenó en rebeldía por cargos de conspiración contra la seguridad del Estado.
Marzouki señaló que esto es una prueba del dominio del presidente Kais Saied sobre la autoridad judicial. "Está claro, por el desarrollo de este juicio, incluyendo sus acusaciones y su sentencia, que todo está politizado, lo que significa que se intenta devolver a Túnez a una plaza peor que la que tenía en la época de [el ex dictador Zine El Abidine] Ben Ali, contra el que se rebelaron los tunecinos".
Y añadió: "Esta sentencia no significa nada para mí, y la trataré como si no existiera. No la voy a recurrir, no voy a encargar a ningún abogado que lo haga, mañana iniciaré una huelga de hambre con una serie de políticos y activistas en oposición al golpe, y para volver a la vía democrática."
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"No hay otra alternativa ante el pueblo tunecino que luchar para poner fin a este golpe, y continuar en la vía de la transición democrática".
Marzouki, que actualmente reside en la capital francesa, París, acusó al actual presidente tunecino, Kais Saied, de haber dado un golpe de Estado en julio, después de que éste anunciara que suspendía el Parlamento, despidiera al primer ministro y detuviera a funcionarios.
Saied ha rechazado las acusaciones, afirmando que estaba actuando para poner fin a la prolongada parálisis política y que el próximo año se celebrará un referéndum sobre una nueva constitución, seguido de elecciones parlamentarias.
A principios de noviembre, un juez encargado del caso emitió una orden de detención internacional contra Marzouki.
Marzouki fue elegido por una asamblea electa como presidente interino de Túnez en 2011 tras la revolución que derrocó a Ben Ali.