Cuatro solicitantes de asilo que cruzaron el Canal de la Mancha hacia el Reino Unido en pequeñas embarcaciones han conseguido que se revoque su condena por delitos de inmigración, al reconocer el Tribunal de Apelación del Reino Unido la falta de pruebas de que tenían la intención de entrar ilegalmente en el país.
Los solicitantes de asilo -tres iraníes y un kuwaití- fueron acusados de dirigir las lanchas neumáticas en las que se embarcaron durante su viaje a Gran Bretaña a través del Canal de la Mancha desde Francia, en incidentes separados en 2019 y 2020.
Los iraníes son Samyar Bani, que fue encarcelado durante seis años en 2019, Ghodratallah Zadeh, que fue encarcelado durante dos años el año pasado, y Fariboz Rakei, que fue condenado a cuatro años y medio en marzo tras ser grabado dirigiendo su bote.
El kuwaití es Mohamoud Al-Anzi, que fue condenado a tres años y nueve meses en febrero tras ser acusado de dirigir una embarcación en la que viajaban otras 11 personas.
El Ministerio del Interior del Reino Unido, dirigido por la controvertida ministra del Interior Priti Patel, calificó a la docena de solicitantes de asilo y a otras personas en su situación de traficantes y contrabandistas de seres humanos, delincuentes a los que el gobierno pretende reducir y perseguir.
LEER: 27.050 migrantes llegaron a Israel en 2021
Los solicitantes de asilo procesados negaron esa acusación, insistiendo en que sus intenciones no eran traficar con inmigrantes, sino llegar a tierra de forma segura después de que los contrabandistas a los que pagaban les dejaran manejar los botes.
Después de que se informara en noviembre de que 12 solicitantes de asilo habían emprendido una lucha contra sus condenas, el Tribunal de Apelación falló finalmente a favor de las cuatro personas por considerar que no había pruebas suficientes para demostrar que habían introducido intencionadamente a otras personas en el país e intentado entrar ilegalmente.
En el caso de Bani, en particular, el tribunal reconoció que el jurado de su caso se había equivocado al decirle que había infringido la ley al entrar en aguas británicas. En cambio, el juez dijo que dependía de si se pretendía desembarcar ilegalmente fuera de una zona portuaria."Si se desembarca en una playa... entonces el jurado podría concluir que el timonel ayudó a una entrada ilegal, incluso si el barco fue finalmente interceptado", declaró el juez. "Si, por el contrario, el facilitador sabe que la única forma en que el migrante pretende entrar en el Reino Unido es siendo llevado a tierra por la Fuerza de Fronteras del Reino Unido, entonces no estará cometiendo un delito".
Tras la victoria de los cuatro solicitantes de asilo, aún se desconoce su situación de estancia en el país. Sin embargo, Bani, como converso al cristianismo y que supuestamente ya no está seguro en Irán, está ahora a la espera de que el Ministerio del Interior decida sobre su solicitud de asilo.