El Tribunal Supremo de Irak rechazó el lunes los recursos presentados por las facciones chiítas respaldadas por Irán contra los resultados de las elecciones parlamentarias, según dijo el juez principal, desbaratando su intento de anular la votación en la que obtuvieron malos resultados, informa Reuters.
Las facciones respaldadas por Irán, entre las que se encuentran poderosos grupos armados, habían alegado irregularidades en los comicios del 10 de octubre.
El mayor ganador de las elecciones fue el movimiento liderado por el clérigo chiíta Moqtada al-Sadr, opositor a la influencia tanto iraní como estadounidense en Irak, que obtuvo 73 escaños, más que cualquier otro grupo en la fragmentada cámara de 329 escaños.
Los grupos proiraníes obtuvieron 14 escaños, frente a los 48 de 2018.
Al leer el fallo del lunes, el juez principal Jassim Mohammed dijo que las objeciones al resultado, independientemente de su fundamento, estaban socavando el valor de la votación, debilitando la confianza de los votantes y desbaratando el proceso político. El fallo era definitivo y vinculante para todas las autoridades, dijo.
Una vez que el Tribunal Supremo confirme el resultado, se espera que los grupos chiíes, suníes y kurdos negocien la formación de un nuevo gobierno que sustituya al gabinete saliente del primer ministro Mustafa al-Kadhimi.
Los grupos chiíes han dominado la política iraquí desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, que derrocó al dictador suní Sadam Husein.
Sadr ha dicho que se aliará con quien anteponga los intereses nacionales de Irak, como la prestación de servicios a la población. Según funcionarios iraquíes y diplomáticos occidentales, esto indica que podría excluir a algunos grupos respaldados por Irán en favor de los partidos kurdos y suníes.
Irán está interviniendo en Irak para sofocar los desestabilizadores disturbios internos provocados por las milicias respaldadas por Irán, según informó Reuters la semana pasada. Estas acciones se producen en un momento en el que Teherán trata de preservar su profunda influencia en el país, al tiempo que navega por las tensas negociaciones sobre sus ambiciones nucleares con Estados Unidos.