Las manifestaciones en curso en Sudán son un "desperdicio y una sangría" que no llevarán al país a una solución política, declaró el viernes un funcionario, según informó la Agencia de Noticias Anadolu.
En una declaración, Al-Tahir Abu Haja, asesor de medios de comunicación del jefe del Consejo Soberano de Sudán y jefe del ejército, Abdel Fattah Al-Burhan, dijo: "La continuación de las manifestaciones en su forma actual no es más que un desgaste material, psicológico y mental, y una pérdida de energías y tiempo que no llevará a Sudán a una solución política".
La Agencia de Noticias oficial de Sudán citó a Haja:
El consenso nacional y la superación de las cuestiones supremas del país y el diálogo es el único camino hacia la estabilidad en Sudán
Mientras tanto, Al-Hadi Idris, miembro del Consejo de Soberanía de Sudán, condenó el viernes "la violencia excesiva contra los manifestantes pacíficos durante las manifestaciones del jueves".
El jueves se celebraron concentraciones de protesta en varias zonas de la capital, Jartum, Kasala y Port Sudan, en el este del país, así como en la ciudad norteña de Atbara, según un corresponsal de la Agencia Anadolu sobre el terreno.
Los manifestantes pedían un gobierno civil democrático y denunciaban el reciente acuerdo político entre los militares y el primer ministro, Abdalla Hamdok.
El jueves, los servicios de Internet no funcionaban en la capital y en otras zonas antes de las manifestaciones, ya que los proveedores cortaron los servicios de telefonía móvil y sólo quedaban disponibles las conexiones de telefonía fija.
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El miércoles, las autoridades de seguridad cerraron múltiples puentes y rutas terrestres, instalando barreras de hormigón y alambre de espino en las carreteras que llevan al palacio presidencial.
Las convocatorias de protesta fueron realizadas por la Asociación de Profesionales de Sudán, que rechazó el acuerdo firmado el mes pasado y pidió un gobierno civil pleno.
Sudán está sumido en la confusión desde el 25 de octubre, cuando los militares sudaneses destituyeron al gobierno de transición de Hamdok y declararon el estado de emergencia.
Sin embargo, Hamdok fue restituido el 21 de noviembre, en virtud de un acuerdo con el jefe del ejército, Abdel Fattah Al-Burhan, en una medida rechazada por las fuerzas políticas y civiles sudanesas como un "intento de legitimar el golpe".
Antes de la toma de posesión militar del 25 de octubre, Sudán estaba administrado por un consejo soberano de militares y civiles que supervisaba el periodo de transición hasta las elecciones de 2023, en el marco de un precario pacto de reparto de poder entre los militares y la coalición Fuerzas de la Libertad y el Cambio.