El primer ministro de Sudán dimitió el domingo ante el bloqueo político y las protestas prodemocráticas en todo el país que provocaron una violenta reacción de los órganos de seguridad.
En un discurso televisado, Abdalla Hamdok admitió que la asociación entre los militares y los dirigentes civiles no había conseguido llevar a cabo la transición y el establecimiento de las bases para el gobierno civil y la transformación democrática.
"Acepté el cargo de primer ministro en agosto de 2021 sobre la base de la declaración constitucional y el consenso político entre los componentes militares y civiles, un modelo que elogié en varios actos. Sin embargo, no pudo continuar con la misma armonía cuando comenzó", dijo Hamdok en su discurso a la nación.
"Hice todo lo posible por dirigir nuestro país para evitar los peligros de deslizarse hacia un desastre, y ahora nuestra nación está pasando por un peligroso punto de inflexión que puede amenazar su supervivencia", advirtió.
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"Dije a nuestro ejército nacional, incluyendo a los militares, las Fuerzas de Apoyo Rápido, la policía y el servicio de inteligencia, que la nación es el máximo poder soberano y los militares le pertenecen, trabajando bajo el mando de la nación para asegurar su vida, su unidad y sus territorios", añadió.
La dimisión de Hamdok se produce en medio de una crisis y de protestas en todo el país contra el golpe de Estado dado por los militares el 25 de octubre del año pasado.
Hamdok firmó un acuerdo con los militares el 21 de noviembre para rescatar el periodo de transición del país y volver a la declaración constitucional, parte de la cual fue suspendida por el golpe.
Mientras tanto, a primera hora del domingo, el Comité de Médicos de Sudán informó de que las fuerzas de seguridad habían matado a dos manifestantes antigolpistas en la ciudad de Omdurman, cerca de la capital, Jartum.
El comité, que forma parte del movimiento prodemocrático, afirmó que las fuerzas de seguridad dispersaron violentamente a los manifestantes prodemocráticos, y añadió que hasta el domingo habían muerto 56 manifestantes desde el 25 de octubre de 2021, incluidos 13 manifestantes desde el 21 de noviembre, cuando el comandante del ejército, Abdel-Fattah Al-Burhan, y el primer ministro, Abdullah Hamdok, firmaron un acuerdo político.