Un leopardo en peligro de extinción ha sido capturado en la región autónoma del Kurdistán iraquí tras quedar atrapado en una trampa para pastores. Al leopardo persa, en peligro de extinción, se le tuvo que amputar una pata trasera el viernes debido a las heridas causadas por la trampa, según un fotógrafo de la AFP.
El gran felino habría logrado escapar de la trampa antes de que los aldeanos de la localidad de Zakho, cercana a la frontera con Turquía, ayudaran a la policía a localizarlo.
Según el coronel Jamal Saado, jefe de la policía de protección del medio ambiente en la provincia de Dohuk, el leopardo hirió a dos personas y dijo que los residentes locales han perdido unas 20 ovejas, atribuyéndolo al ataque del leopardo a sus rebaños.
Saado dijo que el leopardo fue anestesiado antes de ser capturado. "Tuvimos dos o tres casos similares en la provincia de Arbil" hace varios años, dijo, y añadió que anteriormente se había encontrado un animal de la misma subespecie muerto cerca de un pueblo de la provincia de Dohuk.
Veterinarian Soleiman Tamr (L), head of the Kurdistan Organization for Animal Rights Protection (KOARP), conducts a hind leg amputation surgery on a leopard at the #Duhok Zoo in the north of Iraq's northern autonomous Kurdish region on December 31, 2021.
Ismael ADNAN / AFP#iraq pic.twitter.com/eZCymP6r05— Ismael Adnan اسماعيل عدنان (@Ismaeladnan99) January 1, 2022
El veterinario que llevó a cabo la amputación en el zoo de Dohuk, Soleiman Tamr, dijo que "lo vigilaremos durante mucho tiempo". Tamr, que también dirige una sociedad protectora de animales en el Kurdistán iraquí, explicó que "si no puede ser devuelto a la naturaleza, vivirá en el zoo".
El leopardo persa, también conocido como leopardo del Cáucaso, es la mayor de las subespecies de leopardo y es originario de Irán, Turquía, partes de Asia Central y el Cáucaso, y es el depredador más importante de la región. Con una población de menos de 1.000 ejemplares, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) lo incluyó en la lista de especies "en peligro" en 2016.
En Irak, las principales amenazas para los leopardos persas son el agotamiento de las presas por la caza furtiva y la pérdida de hábitat. El país también está plagado de más de 20 millones de minas terrestres colocadas a lo largo de la frontera iraní durante la guerra entre Irán e Irak y de millones de bombas de racimo sin explotar procedentes de la Guerra del Golfo y de la invasión liderada por Estados Unidos en 2003. Aunque al menos dos leopardos han muerto a causa de las minas, éstas también pueden disuadir a los cazadores furtivos y a los madereros que se aventuran en el hábitat montañoso del animal.